El dueño del complejo Don Orestes, Ramón Monasterio, tuvo que clausurar el local luego de sufrir un robo en el que destrozaron principalmente los baños.
El complejo ya había sido blanco de dos robos anteriores, pero en el segundo y el tercero se cree que los delincuentes necesitaron un vehículo de gran porte, ya que entre los elementos sustraídos se incluyen tubos de gas, mesas, inodoros, anafes, ruedas completas, maquinas de cortar fiambre y otros objetos de gran tamaño.
Según indicó el propietario, el monto de lo robado es incalculable, ya que los costos para restaurar los daños son elevados. Asimismo, manifestó que ya no saben cómo protegerse frente a la creciente ola de inseguridad.
Finalmente, pidió a la sociedad que, en caso de que les ofrezcan productos similares a los robados, den aviso inmediato a las autoridades para poder dar con los responsables.