jueves, 13 de noviembre de 2025 16:20
Alfredo, un psicólogo de 38 años que reside en el barrio porteño de Palermo, fue atacado por tres viudos negros que lo apuñalaron para robarle sus pertenencias y todos los ahorros, luego de haber conocido a uno de ellos a través de redes sociales.
Según relató la víctima, uno de los agresores llegó a decirle: “Me dijo que tenía que morir”.
De acuerdo al parte policial “la Policía de la Ciudad intervino el 8 de noviembre en un robo ocurrido alrededor de las 04:30 en un departamento de la calle Paraguay, donde un hombre resultó herido”.
El informe agrega que “en el interior del domicilio observó a otras personas revolviendo el lugar, quienes le robaron pertenencias. Según su relato, uno de los delincuentes lo agredió, provocándole una herida punzante en el antebrazo izquierdo, motivo por el que el SAME lo trasladó al Hospital Rivadavia, sin riesgo de vida”.
El hecho comenzó el 7 de noviembre, cuando Alfredo se reunió con un joven con quien había chateado durante un mes y se habían visto una vez. Según las cámaras del edificio, ingresaron juntos al departamento a las 22:27. A las 02:42, el joven salió para permitir el ingreso de sus cómplices, y a las 03:48 los tres agresores abandonaron el lugar con la cabeza gacha, conscientes de las cámaras de seguridad.
El psicólogo contó que lo “doparon” y que al despertar, mientras lo ataban, los atacantes se tornaron violentos y lo apuñalaron en distintas partes del cuerpo. Los delincuentes robaron dinero, ropa, una computadora nueva y dos celulares.
En diálogo con medios, Alfredo relató que el agresor se presentaba en redes como “Julián Gutiérrez” y tenía un perfil verificado. “Tuvimos una cita en un bar, no surgió algo romántico y pensamos en construir una amistad. Chateamos por redes durante un mes y medio. Era una persona educada, amable, humilde y atento. Me generó confianza”, contó.
El día del ataque, el joven le propuso cenar juntos: “Me dijo que tenía ganas de hacer algo, pero yo estaba cansado. Insistió en cenar y cortar temprano. Me dijo que no tomaba cerveza y trajo vodka con gaseosa, pero yo tomé principalmente gaseosa. Él fue tres veces al baño, yo una, y ahí fue cuando puso algo en mi bebida”.
“Cuando abrí los ojos tenía las manos atadas. Me golpearon, me dijeron que era un trabajo, me ataron los pies, me amenazaron y me insultaron. El que tenía el cuchillo estaba más agresivo, me quiso dar en el pecho, pero puse el brazo y me lo clavó ahí. Me dijo que tenía que morir”, relató.
Mientras Alfredo se desangraba, los agresores encontraron un cofre con sus ahorros, se burlaron de él y escaparon.
El psicólogo aseguró que, aunque el SAME y la Policía llegaron rápido, en el hospital no le realizaron los estudios necesarios: “No me hicieron test de psicología, profilaxis ni examen pep. Nunca voy a saber con qué me drogaron”, lamentó.
