jueves, 11 de septiembre de 2025 16:00
En los últimos días, la polémica volvió a encenderse entre Wanda Nara y Mauro Icardi, esta vez en torno a las responsabilidades como padres de sus hijas. Tras una presentación judicial del futbolista, en la que cuestionó los viajes laborales de su ex pareja, la empresaria decidió responder públicamente con declaraciones que profundizan el conflicto.
Según trascendió, Icardi habría señalado que en el último mes Wanda Nara estuvo apenas ocho días junto a sus hijas, debido a compromisos laborales en México y Los Ángeles. La mediática, lejos de guardar silencio, retrucó con fuerza asegurando que el verdadero abandono proviene de parte del futbolista.
En un diálogo con Juan Etchegoyen, Wanda Nara expresó: “Abandono es no pagar la cuota alimentaria”. Además, explicó que había informado a la Justicia sus obligaciones contractuales con Netflix, dejando claro que sus viajes estaban planificados y que las menores quedaban al cuidado de su hermana Zaira y de su padre, Andrés. Sin embargo, Mauro Icardi ya había manifestado en el pasado que no consideraba cercano al abuelo de las niñas.
La empresaria fue más allá y apuntó directamente contra el delantero: “Abandono es no volver al país cuando tenés libre por Fecha FIFA para ver a tus hijas”. Con estas palabras, dejó en evidencia que, mientras él la acusa por sus viajes, ella lo responsabiliza por no aprovechar sus tiempos de descanso para estar con las pequeñas.
Cabe recordar que, tiempo atrás, Wanda Nara solicitó que Mauro Icardi ingresara al Registro de Deudores Alimentarios, lo que implica que si el jugador pisa suelo argentino no podrá volver a salir hasta regularizar su situación. Un escenario que se asemeja al que atravesó el cantante L-Gante en circunstancias similares.
La tensión entre ambos no solo se centra en cuestiones económicas y de crianza. Wanda Nara también reveló que avanza una denuncia por violencia de género contra Mauro Icardi. Según contó, ya entregó su teléfono a la fiscalía para que se constate el material como prueba y se aportaron ocho testigos, a la espera del juicio oral.
La exposición mediática del caso deja en claro que la relación entre ambos está lejos de recomponerse. Cada declaración suma un nuevo capítulo a una historia marcada por el escándalo y la falta de acuerdos.
En este marco, lo personal se mezcla con lo judicial y lo mediático, configurando un escenario donde el enfrentamiento parece no tener retorno, dejando a sus hijas en el centro de una disputa que no encuentra final.