domingo, 23 de marzo de 2025 02:21
El proceso de renovación de autoridades partidarias en la Unión Cívica Radical, culminó de manera previsible, con la masa de dirigentes de las diferentes vertientes eludiendo la compulsa electoral, decisión que se presentó como un gesto de madurez general, basado en la necesidad de postergar apetencias personales y sectoriales en pos de la unidad. Es un argumento amable y simpático, aunque dista bastante de las verdaderas razones por las cuales los radicales prescindieron de enfrentar las elecciones internas. La verdad resulta un poco más incómoda de asumir, pero al mismo tiempo se hace inocultable. En primer lugar, debe indicarse que el radicalismo catamarqueño no puede realizar una elección interna porque resultaría un papelón dar a conocer los números del escrutinio, dado que la cantidad de votantes sería la más baja de todos los tiempos, y los números darían vergüenza. Ya en la última interna partidaria se informaron los resultados con “porcentajes” para no desnudar los escasos niveles de participación, y en este 2025 las cifras serían incluso mucho menores. Pero hay otro detalle importante y no menos decisivo: para organizar una elección interna se necesita dinero, y si algo caracteriza al radicalismo local es que sus referentes no son precisamente aficionados a meter la mano en el bolsillo para hacerse cargo de las erogaciones partidarias y de campañas. Quizás por las décadas en que fueron Gobierno y la disposición de recursos no representaba un problema, o porque los actuales dirigentes crecieron sin la cultura de solventar estas cuestiones, la UCR local sólo se mueve si algún alma generosa le facilita sus aportes… o no se mueve. El mecenas de la última elección, por ejemplo, fue Horacio Rodríguez Larreta. Sin ayudas externas, esta vez resulta imposible costear la movilización de una interna. Y un tercer factor es la apatía: a la mayoría de los afiliados les importa poco y nada quién conduce el partido y no tienen el menor interés en participar. Son indeseables efectos de un momento aciago, lógica consecuencia de la peor elección de todos los tiempos realizada por el radicalismo catamarqueño en 2023, cuando terminó en un deprimente cuarto lugar detrás del peronismo, los libertarios y los votos en blanco. Sus máximos referentes actuales en espacios públicos, además, poco suman para revertir la falta de entusiasmo. Los radicales tienen apenas dos legisladores nacionales: Flavio Fama y Francisco Monti. Fama viene con un historial de tres derrotas en otras tantas presentaciones electorales (perdió como candidato a intendente capitalino, como candidato a senador y como candidato a gobernador), y el joven Monti, en la agonía de su mandato en el Congreso, ya se alejó de la UCR para ponerse a las órdenes de Javier Milei sumarse a las filas libertarias, por interpretar que es la única chance de conservar algún cargo después de diciembre. Si esa es la conducción de la tropa, qué ganas se le puede exigir a la masa de militantes. Cuando se observa el panorama conjunto, que se haya resuelto no hacer la elección interna, se desprende que era una consecuencia lógica y en cierto punto inevitable.
Lo que viene
En relación al futuro, el horizonte se vislumbra oscuro, y allí se comprobará que la “unidad” que hoy se proclama es tan frágil como el cristal. Porque un contratiempo enorme para los radicales es la resuelta suspensión de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias. Sin PASO, y con muy pocos lugares en la lista con reales expectativas de atrapar una banca en la legislatura, la conformación de la nómina de candidatos será un dolor de cabeza y desatará divisiones feroces, porque entre 21 nombres a definir, está claro que sólo cuatro, cinco o seis podrían coronar con un escaño. Al margen de estas circunstancias, la cesión de la presidencia del Comité Capital a Luis Fadel es correcta. Fadel es un correligionario de probada honestidad, un hombre de bien, hijo de don Yamil Horacio Fadel, otra gran figura radical que conquistó la intendencia de la Capital en el retorno de la democracia. Aunque siempre cercano a lo que fue el castillismo, sector del cual poco queda en pie si es que queda algo, Fadel puede impulsar algo del viejo radicalismo, que fue valioso para Catamarca, con identidad y procederes muy distintos a los que lo llevaron a este pálido presente.
Polémica inesperada
El ministro de Desregulación Federico Sturzenegger generó una inesperada polémica al utilizar a Catamarca como ejemplo de mala administración y sugerir que la provincia podría eliminar todos los impuestos locales si acomodara el gasto. En una entrevista concedida a un medio nacional, Sturzenegger expresó textualmente: “Vamos a tomar una provincia como Catamarca. Catamarca recibe el 90% de sus recursos de la coparticipación y de las regalías mineras. Entonces fíjate qué notable esto. Si el gasto público en Catamarca bajará el 10% vos podrías eliminar todos los impuestos provinciales”, para sugerir que esa será la propuesta de los candidatos libertarios en esta provincia. Breve y conciso, el gobernador Raúl Jalil respondió por elevación y sin nombrar al ministro nacional, al recordar que “Catamarca no tiene deuda y eso es buena administración”. Hacia abajo, muchos peronistas se molestaron con Sturzenegger, y recordaron que según el criterio del ministro esos recortes de gastos no tienen en cuenta a la gente, e incluirían desde despidos hasta recortes de asistencia social. “Ellos al Hospital Malbrán no lo hubieran hecho porque sería “gasto”, el Boleto Estudiantil sería “gasto”, y todo el aporte social sería “gasto”, la Residencia Universitaria, el Banco de Sangre, el Complejo Valle Chico, la Escuela para Ciegos, las más de 100 escuelas, los hospitales, los diques, las rutas, toda la obra del peronismo en Catamarca sería gasto prescindible para ellos. Ya sabemos cómo ordena el gasto esta gente”, señaló un compañero indignado.
Francisco de alta
Las oraciones deben servir, porque a sus 88 años y cuando ya se hablaba de la sucesión papal, Francisco se recuperó y hoy será dado de alta tras 37 días de internación. El papa argentino superó una muy severa crisis respiratoria, y aunque su voz permanecerá afectada durante un tiempo, la noticia de su evolución generó gran alegría alrededor del mundo, donde durante las últimas semanas se hicieron constantes cadenas de rezos y plegarias por su salud. Se espera que hoy el Papa vuelva a ser visto tras más de un mes sin apariciones públicas, donde lo único que se difundió fue una fotografía donde se lo ve sentado y de espaldas. Todo un batallador, que sin dudas todavía tiene mucho para ofrecer a la humanidad.
El Esquiú.com