La actividad metalúrgica registró en noviembre una caída interanual del 4,2% y una baja mensual del 0,5% en comparación con octubre, según un informe sectorial. Con estos datos, el rubro acumula una contracción del 0,3% en lo que va del año y mantiene niveles de producción históricamente bajos.
De acuerdo con el relevamiento, la utilización de la capacidad instalada se ubicó en el 44,4%, lo que implica una reducción de 6,1 puntos porcentuales respecto del mismo mes del año pasado. El registro se encuentra entre los más bajos de la serie histórica del sector.
El informe también advierte un deterioro en el empleo metalúrgico. En términos interanuales, la cantidad de puestos de trabajo cayó un 3,3%, mientras que en la comparación mensual se observó una baja del 0,4%.
La mayoría de los segmentos que integran el entramado metalúrgico continuaron mostrando retrocesos, en línea con la debilidad de la demanda y el freno de la actividad económica.
Entre los rubros con mayores caídas se destacan los vinculados al consumo final, que retrocedieron un 8,3%. También registraron descensos significativos los sectores automotriz (-5,8%) y de la construcción (-6,3%), ambos sensibles a la evolución del mercado interno y la inversión.
Desempeño dispar en las provincias
A nivel territorial, la provincia de Buenos Aires presentó uno de los resultados más desfavorables, con una contracción interanual del 5,6%. Córdoba replicó ese mismo porcentaje negativo, profundizando la pérdida de dinamismo del sector.
Santa Fe mostró una baja más moderada (-1,5%), aunque continúa en terreno negativo, mientras que Entre Ríos (-1,5%) volvió a registrar números en rojo tras un mes previo positivo. En Mendoza, la actividad cayó un 1,8%, con una desaceleración respecto de meses anteriores, pero aún por debajo de los niveles de 2024.
Advertencia desde el sector
Desde la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), su presidente Elio Del Re advirtió que el panorama sigue siendo complejo. “El balance de noviembre confirma la persistencia de un escenario recesivo y frágil”, sostuvo, y señaló que las caídas interanuales generalizadas, la baja utilización de la capacidad instalada y el aumento de las importaciones no muestran señales claras de recuperación en el corto plazo.
