viernes, 31 de octubre de 2025 02:07
A días de cumplirse dos años y once meses del asesinato del exministro Juan Carlos Rojas, la Fiscalía continúa avanzando en la investigación. A la espera de que ante el fiscal de la causa, Dr. Hugo Costilla, se presente, entre otros funcionarios de la avenida Venezuela S/N, el actual ministro de Desarrollo Social de la provincia Gonzalo Mascheroni, ayer se conoció una “información” que desde el día del hallazgo del cuerpo asesinado de Rojas, en su casa, era un secreto a voces.
Aparentemente, los dos teléfonos celulares que poseía el ministro asesinado, uno desde el 2019 y el otro desde que asumió al frente de la cartera de Desarrollo Social de la provincia, habrían sido “manipulados” por terceras personas. Se desconoce con exactitud o al menos no fue informado de forma oficial, dicha “apertura” de los celulares fueron realizadas de manera remota –es decir desde otro dispositivo- o si fue de manera manual, es decir utilizando el teléfono en cuestión.
Lo cierto, en ambos casos, es que el o la persona que tuvo acceso al historial de llamadas, tanto entrantes como salientes y de las aplicaciones de mensajerías, tendría en principio conocimiento del “borrado” de los registros. Estas circunstancias en un primer momento de la investigación no habrían sido detectadas por los técnicos que analizaron y visualizaron estos y otros dispositivos secuestrados en el marco de la causa.
Fuentes oficiales informaron ayer que en las últimas horas el fiscal habría dispuesto una nueva pericia forense sobre los aparatos de comunicación del ministro Rojas, al haberse detectado en un cotejo anterior “registros” encriptados en los móviles los que habrían sido “eliminados” o “borrados” y no podían advertirse a simple vista.
Si bien las fuentes fueron cautas en brindar mayores detalles sobre el hallazgo que era “un secreto a voces para muchos”, se dejó trascender que curiosa y extrañamente ni en el teléfono personal de Rojas ni en el otorgado por el Ministerio tenían registros de comunicaciones entre Rojitas y la exministra de Seguridad, teniendo en cuenta no solo la función que desempeñaba la víctima sino la proximidad con la fiesta de la Virgen del Valle. Tampoco en los móviles se hallaron registros de llamadas, intercambio de mensajes o al menos de recepción, entre Juan Carlos Rojas y el gastronómico Luis Barrionuevo. Sin embargo, si se encontraron llamadas con terceras personas efectuadas en los meses por ejemplo de agosto.
Otro dato que llamó la atención en el análisis de los teléfonos celulares fue que tampoco se hallaran registros de ningún tipo los días previos al homicidio, cuando Rojitas estuvo de viaje en Buenos Aires, periodo en el que según se dijo en los albores de la investigación había mantenido comunicaciones fluidas con varias personas, algunos funcionarios del gobierno quienes están bajo el radar de la justicia.
En la oficina del CAPE
Otro dato que se conoció ayer de manera oficial, fue que el día lunes 6 de diciembre, es decir a posterior del hallazgo del cuerpo sin vida de Rojitas, cuando la justicia ingresó a la oficina que ocupaba Rojas en el Cape, más precisamente en el sector del Ministerio de Desarrollo Social habría hallado en la computadora la aplicación de WhatsApp de uno de los teléfonos del ministro asesinado “abierto”. Sin embargo, no había registro desde los últimos tres días, es decir, desde el sábado 3 de diciembre cuando a Rojitas lo asesinaron en su casa hasta el día que fue hallado por su hijo, Fernando.
Allegados al ministro marcaron ante la justicia esta situación apenas se conoció días después del homicidio, si bien la versión no era oficial, la justicia no profundizó en esa línea de investigación sino hasta hace unos meses atrás, luego de que le llegara al fiscal Costilla el informe de Google sobre la geolocalización de los teléfonos celulares y dispositivos que estuvieron días antes, el día del crimen, el día del hallazgo del cuerpo y el día siguiente en la casa de “Rojitas” como en las inmediaciones. En aquella oportunidad este diario informó que fueron varios los aparatos de comunicación “activados” en la zona o que “tuvieron tráfico” esos días que pertenecen o estaban hasta ese momento en uso por funcionarios que están siendo llamados y van a continuar siendo llamados por el fiscal al piso ocho del Leo III para declarar en el marco de la causa. Investigación que busca determinar con exactitud el móvil del crimen de “Rojitas” como así también el o los autores, tanto materiales como intelectuales.
Si bien es cierto de un tiempo a esta parte la lupa de la justicia parece haberse alejado de los hijos del ministro, más precisamente de Fernando, la fiscalía aun no acepta su designación como querellante en el expediente.
En cuanto a la nueva pericia en los teléfonos celulares del ministro asesinado, trascendió que esta podría ser realizada por personal de Gendarmería Nacional, aun cuando no se descartaba la posibilidad de enviar dichos aparatos al exterior del país, tal como se solicitó el informe de geolocalización a los Estados Unidos.
