Catamarca se posiciona como un imán turístico en el noroeste argentino, atrayendo visitantes con sus parajes únicos durante la temporada estival. Te invitamos a explorar sus joyas ocultas.
Clima estival en Catamarca
El verano catamarqueño despliega sus paisajes más vívidos, con precipitaciones que pintan de verde la geografía, aunque el invierno también guarda su encanto, especialmente tras una nevada.
Con un clima predominantemente cálido y seco, los termómetros en esta época suelen marcar más de 30° C durante el día, manteniéndose por encima de los 20° C incluso en las noches.
1- El enigmático Campo de Piedra Pómez
Iniciamos nuestro recorrido en el asombroso Campo de Piedra Pómez, una formación geológica extraordinaria ubicada a 530 km de la capital provincial.
Este mar de rocas blancas sobre los 3.000 m.s.n.m. es el resultado de intensa actividad volcánica, presentando crestas rosadas y esculturas naturales que desafían la imaginación.
Sus contornos surrealistas evocan «olas petrificadas», cuyos matices cambian mágicamente con el movimiento del sol.
El punto de partida es la localidad de El Peñón, requiriéndose vehículos 4×4 con guía especializado o excursiones organizadas para el acceso.
2- Las dunas: un pedacito del Sahara argentino
Continuando el viaje, las dunas de Tatón, Saujil y Medanitos, al norte de Fiambalá, representan una de las experiencias más auténticas de la provincia.
Muchos viajeros encuentran aquí similitudes con el legendario desierto del Sahara, catalogándolo entre los escenarios más impresionantes del territorio nacional.
La celebridad local es la «duna mágica de Saujil», que se eleva 90 m con una inclinación de 45 grados.
Este entorno desértico es ideal para practicar sandboard, realizar safaris fotográficos y explorar en cuatriciclos o 4×4.
3- Los fascinantes salares de la Puna
La región puneña de Catamarca alberga dos extraordinarios salares perfectos para tu próxima aventura estival: el salar del Hombre Muerto y el salar de Antofalla.
El salar del Hombre Muerto destaca como uno de los principales yacimientos de litio y sales de bórax. El trayecto revela extensiones desérticas, lagunas habitadas por flamencos, salares, vegetación adaptada, fumarolas y cursos de aguas termales.
En sus márgenes se conservan las antiguas minas de oro de Incahuasi y vestigios de la cultura inca: complejos habitacionales, galerías subterráneas, templos, caminos ancestrales y hornos de fundición.
Complementariamente, el salar de Antofalla se extiende a los pies del majestuoso volcán homónimo, a 25 km de la localidad que lleva su nombre.
Aquí sorprende la formación «Ojos de Campo»: antiguos géiseres con pozas de agua salina que exhiben tonalidades azules, verdes y anaranjadas.
4- La Ruta de los Seismiles: un corredor de maravillas
Catamarca custodia la imponente «Ruta de los Seismiles», un trayecto fascinante que sintetiza los paisajes más emblemáticos del norte argentino.
Atravesando uno de los sectores más elevados de la cordillera andina, este camino serpentea entre casi veinte cumbres que superan los 6.000 m, siendo meca de andinistas internacionales, entusiastas del trekking y expedicionarios en 4×4.
El acceso a los Seismiles se realiza por la Ruta Nacional 60, conectando Fiambalá con el paso fronterizo de San Francisco en 201 km. Es viable realizar el trayecto en el día, con múltiples paradas para capturar vistas panorámicas inigualables de la cordillera.
Entre sus atractivos sobresalen volcanes activos, la laguna Azul, la Ruta del Adobe y el acceso al impactante Campo de Piedra Pómez.
5- El encanto ancestral de la Ruta del Adobe
Catamarca preserva la cautivadora Ruta del Adobe, considerado uno de los circuitos más pintorescos y distintivos del noroeste argentino.
Se trata de un recorrido de 55 km que conecta pequeños poblados donde viviendas, estancias, capillas e iglesias fueron íntegramente construidas con adobe.
Este itinerario une las localidades de Tinogasta y Fiambalá por la Ruta Nacional 60, permitiendo descubrir sitios como:
- Capellanía Copacabana
- Residencia de José V. Figueroa
- Casa Grande
- Centro Cultural Municipal
- Oratorio de los Orqueras
- Iglesia Virgen de Andacollo
- Iglesia de Nuestra Señora del Rosario
- Ruinas Prehispánicas de Watungasta
- Iglesia de San Pedro