martes, 16 de septiembre de 2025 12:29
Desde que abrió sus puertas en la esquina de Rojas y Rivadavia, el Instituto Municipal del Emprendedor se convirtió en un punto de encuentro para cientos de catamarqueños que buscan una salida laboral a través de la capacitación y el acceso a créditos. En la fila, cada historia refleja una necesidad urgente y también la esperanza de concretar un proyecto propio.
Julio Núñez, que llegó en representación de su hijo, contó: “Más nos hubiese gustado que esto salga antes, pero hay que aprovecharlo. Mi hijo tiene un emprendimiento chico y necesita renovar herramientas. No consigue trabajo en la parte privada, así que esto le da la posibilidad de hacer algo propio”.
En la misma línea, María Laura explicó que su marido ya presentó la documentación para un taller mecánico: “Está bueno porque es una oportunidad para mucha gente que no tiene trabajo y para el que quiere emprender. De mi parte lo veo muy bien”.
Marcela, en tanto, ya presentó parte de los papeles y ahora sumó un presupuesto: “Tengo un kiosco y quiero ampliarlo con lo que me falta. La situación está muy delicada y uno busca una solución. Esto es una ayuda no solo para mí sino para todos los que realmente lo necesitan”.
Por su parte, Marisa, que se dedica a la elaboración de pan casero y empanadas, señaló: “Realmente no tenemos otra salida. La situación está muy mala, incluso para los que tienen trabajo. Yo agradezco que se haya tenido en cuenta esto, porque para mucha gente es una posibilidad de vivir con un poco más de tranquilidad”.
Las voces de la fila coinciden en un mismo punto: la crisis empuja a buscar alternativas, y el instituto aparece como una chance concreta para sostener o iniciar proyectos que, sin apoyo financiero, serían imposibles.