sábado, 19 de julio de 2025 14:00
Explosiva, inesperada y sin filtros. Así fue la intervención de Susana Giménez en LAM, el programa de espectáculos líder de América TV que conduce Ángel De Brito, donde la diva más famosa de la Argentina protagonizó uno de los momentos más incendiarios de los últimos tiempos.
La destinataria de su furia fue nada menos que otro ícono argentino, Graciela Alfano. Todo comenzó con una discusión vintage que revivió una vieja polémica sobre quién le prestó a María Julia Alsogaray un tapado de piel para una icónica tapa de Noticias.
En el programa pasaron al aire declaraciones de Alfano, y Susana, que estaba mirando, no se aguantó. Le escribió directamente al conductor y soltó una bomba: “Este es mi tapado, qué mentirosa Graciela. Patológica, loca de mierda. Yo no necesito que me preste esta chota un tapado”.
Pero lo más fuerte vino minutos después, cuando Giménez decidió llamar en vivo al programa. Ya sin frenos, disparó con artillería pesada: “Me cansé de esta mina, que me hizo de todo, hasta brujerías. Siempre me envidió, me trató de matar”, lanzó, dejando en shock a todos los presentes en el piso.
Visiblemente alterada, Susana continuó con su descargo: “No llegó a nada porque no tiene talento. Me calenté”, sentenció, y cuando De Brito intentó indagar más sobre esas supuestas maniobras esotéricas, ella se negó: “Nunca hablé de las brujerías. No voy a hablar”.
Lejos de calmarse, la conductora redobló la apuesta y recordó un episodio en Las Leñas. “Ese día en Las Leñas, yo tengo 28 tapados de piel, mirá si voy a usar uno de esta piojosa. ¿El único tapado de piel que tiene lo guarda en el frigorífico?”, ironizó, con una mezcla de sarcasmo y enojo acumulado.
La conductora de Telefe, que pocas veces se expresa en estos términos en público, dejó en claro que la paciencia se le terminó. “Me hartó, son 40 años, tengo los huevos llenos de Graciela, que no existe”, disparó sin anestesia.
Por el momento, Alfano no respondió. Pero el torbellino mediático promete no quedar acá. La guerra entre dos históricas de la farándula argentina sumó un capítulo inesperado, con brujerías, insultos y viejos rencores que volvieron a escena con toda la furia.