viernes, 4 julio, 2025
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Argentina frente a los aranceles de Trump: números del impacto y testimonios

De acuerdo a un nuevo panel de datos sobre aranceles externos elaborado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), la tarifa promedio que los Estados Unidos aplica sobre el ingreso de mercadería proveniente de la Argentina pasó en apenas un puñado de meses del 2,28% hasta el 13,75%.

Esto conlleva impactos principalmente a nivel industrial en la economía local, ya que la mayor parte de los envíos a la potencia del Norte son artículos manufacturados. La política arancelaria de Trump está modificando toda la lógica del intercambio global. En este juego, hay sectores relativamente ganadores y otros perdedores.

Por lo pronto, los últimos datos del Indec indican que las exportaciones desde Argentina a los Estados Unidos en mayo de 2025 cayeron 11,7% frente al mismo período del año pasado. Es un desempeño que es peor que la media, que también marcó una merma de las exportaciones, aunque del 7,4%. 

En particular, las exportaciones de productos industriales de Argentina hacia los Estados Unidos cayeron en mayo un 30,2%, según el Indec. Las ventas externas de dicho rubro anotaron, en el abanico comercial total, una suba del 2,1%.

Impacto

El panel de tarifas de la OMC muestra que el promedio simple de la tasa arancelaria que impone Estados Unidos a la Argentina pasó de 2,28% el 7 de marzo pasado al actual 13,75%. 

El incremento en las tasas implica, según la OMC, un impacto en el comercio bilateral del orden de los 4240 millones de dólares al año, lo cual representa un enorme valor respecto del total de 6395 millones de dólares exportados hacia ese país en 2024.

De acuerdo al organismo internacional con sede en Ginebra, el porcentaje de las exportaciones argentinas a Estados Unidos afectado por las nuevas medidas de Trump asciende al 62,1%.

La principal preocupación de los industriales argentinos pasa por el sector del aluminio, en donde resalta el nombre de Aluar, firma que exporta el 40% de su producción al mercado norteamericano. También Tenaris y Acindar venden a Estados Unidos productos siderúrgicos.

China

Sin embargo, el impacto sobre la industria argentina presenta hasta ahora clarosocuros, dependiendo del grado de utilización de insumos provenientes de China, que son los más apuntados por la Aduana norteamericana. 

Por ejemplo, en el sector metalúrgico, cuentan que algunas de las piezas que se exportan a EE.UU. tienen buenas perspectivas de venta si utilizan el acero de Brasil en lugar del que fabrica Techint (que es muy caro) o el proveniente de China (que sufre de los más altos aranceles).

En tanto, desde el sector de producción de bienes de capital, plantean que «algunos que exportan a EE.UU. sufren el nuevo arancel. Pero a la vez se benefician por la prohibición yanqui al ingreso de equipos chinos».

Desde el sector autopartista comentan que «es difícil tener actualizado el tema con tanto cambio de políticas. Tenemos algunos productos eventualmente afectados, pero se está viendo de excluirlos».

Lo que muchos temen es que, más temprano que tarde, la producción de China que ahora no encuentra mercado en los Estados Unidos termine inundando los mercados internos de todos los demás países, entre ellos el de la Argentina.

Y para enfrentar este contexto, la situación local no parece la mejor, ya que el gobierno libertario está abocado a la desregulación del comercio exterior y, sobre todo, a sostener un grado de apreciación cambiaria que introduce fuertes incentivos a maximizar las importaciones en contra de la producción local. 

En esta línea, en la UIA dicen que hay sectores industriales locales que compiten asiduamente con China que ahora están enfrentando mayor presión por parte del país asiático. Ahora bien, en la central fabril se preguntan en qué medida esto se explica por el cierre del mercado norteamericano para China o hasta qué punto en realidad tiene que ver con el efecto de la apreciación cambiaria junto a las medidas desregulatorias del comercio exterior que está aplicando la administración libertaria.  

Al mismo tiempo, podría haber beneficios indirectos, si los fabricantes argentinos pudieran aprovechar el cierre del mercado de EE.UU. para China. «Pero eso es más de largo plazo. Para eso necesitás ser super competitivo, contar con financiamiento y certidumbre», dicen en la UIA.

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