En una jornada teñida de nostalgia y emociones fuertes, los equipos históricos del Real Madrid y el Borussia Dortmund firmaron tablas 3 a 3 en una nueva edición —la duodécima— del ya clásico evento solidario «Corazón Classic Match», que volvió a colmar el estadio Santiago Bernabéu. La gran atracción del día fue sin dudas Toni Kroos, quien regresó a la cancha madridista 378 días después de su última presentación oficial, despertando una ovación que se sintió como un homenaje eterno.
El mediocampista alemán, que el 25 de mayo de 2024 jugó su último encuentro profesional en Chamartín —antes de coronarse en la Champions frente al propio Dortmund y colgar los botines tras la Eurocopa—, volvió a vestirse de blanco, aunque esta vez como parte del plantel de glorias del club merengue. Y lo hizo con ese perfil bajo que lo caracterizó en su carrera, pero no por eso menos protagonista: fue el eje emocional y futbolístico del evento, recibiendo aplausos desde el precalentamiento.
El trámite del partido tuvo dinámica, goles y una cuota de espectáculo que hizo delirar a los presentes. Apenas al minuto 4, Julio Baptista abrió el marcador para los locales con su potencia habitual. Sin embargo, los alemanes lo dieron vuelta con goles de Sven Bender (16’) y Lucas Barrios (22’). Con el 1-2 parcial, un penal cometido sobre Marcelo le permitió a Kroos tener su instante mágico: a los 36 minutos, ejecutó con precisión desde los doce pasos y anotó el 2-2, reencontrándose con el gol en su casa y recibiendo una nueva oleada de cariño de las tribunas.
El primer tiempo concluyó con ese resultado en un contexto distendido, casi de fiesta, aunque con un trasfondo solidario muy importante. La recaudación del encuentro se destinará a programas de formación e inserción laboral para jóvenes vulnerables a partir de los 16 años que están próximos a dejar hogares de acogida, además de financiar iniciativas sociales y deportivas impulsadas por la Fundación Real Madrid.
Ya en la segunda parte, fue Raúl —el eterno capitán— quien hizo vibrar a los hinchas con un cabezazo en plancha que puso el 3-2 parcial a los 54 minutos. Poco después, el Dortmund respondió con categoría y empató definitivamente gracias a un tanto del brasileño Marcio Amoroso, tras varias atajadas espectaculares de Weidenfeller, que le negó el gol a Pepe.
El cierre fue todo para Kroos. En un gesto cargado de simbolismo, fue reemplazado en el minuto 84, el mismo en el que había dejado el campo en su despedida ante Betis. Así, la ovación final lo envolvió como un último abrazo del Bernabéu al mediocampista que marcó una época con su elegancia y precisión quirúrgica. Un encuentro con fines benéficos, sí, pero que se convirtió también en una celebración de la memoria y del afecto madridista hacia uno de sus grandes referentes.
Embed
Lo que se lee ahora