La toma de tierras en Santa Rosa, departamento Valle Viejo, crece día a día y ya alcanza a más de 250 familias. En el barrio Tabacaleros, se levantan precarias viviendas sin acceso a servicios básicos como agua y electricidad. Ante la magnitud de la situación, el Ministerio de Vivienda de Catamarca desplegó un equipo de trabajadoras sociales para realizar un relevamiento social que permita identificar a los ocupantes y evaluar posibles alternativas de solución.
Según informaron desde el lugar, el trabajo consiste en registrar los datos personales y socioeconómicos de cada grupo familiar, incluyendo si ya poseen propiedades o si enfrentan problemas de salud. “La idea es tener un listado claro por si más adelante se puede dar una solución habitacional. También detectamos casos donde algunas personas ya tienen vivienda, y en ese caso serán descartadas del registro”, explicó una de las asistentes sociales.
La situación legal de los terrenos permanece poco clara: algunas parcelas pertenecerían al IPV (Instituto Provincial de la Vivienda) y otras a privados, como la familia Rizzardo, que ya presentó denuncias ante la justicia sin obtener respuestas. Mientras tanto, la ocupación avanza hacia zonas más visibles como la calle José Espeche, generando preocupación entre los vecinos, que temen por la seguridad y denuncian robos y conexiones clandestinas de servicios.
A pesar de la presencia policial para ordenar el tránsito, no se produjo una intervención directa sobre los asentamientos. Desde el Ministerio admiten que el crecimiento fue acelerado.