El abogado Ángel Granizo, quien representa a un grupo de ahorristas perjudicados por la empresa Adhemar Capital, consideró que se debería extender la quiebra de Edgar Adhemar Bacchiani a quienes eran considerados sus socios y a otras empresas del financista, teniendo en cuenta que el “trader god” reconoció ante la Justicia cordobesa que cometió al menos 50 hechos de estafa. La quiebra contra Adhemar Bacchiani se tramita en el Juzgado de Primera Instancia en lo Comercial y de Ejecución de Segunda Nominación, a cargo de María Virginia Cano, quien tiene el expediente desde que la quiebra fue declarada en el año 2022.
En diálogo con Siete y 1/2 de Ancasti Streaming, el letrado puso como elemento fundamental para el futuro de las causas que tiene Bacchiani en Catamarca la confesión del fallido financista en la provincia de Córdoba, donde se declaró culpable de más de 50 hechos de estafa ante el Tribunal de la Cámara en lo Criminal N°10, quien le aplicó una condena de nueve años de prisión. “El análisis ya no es si estamos o no frente a una estafa. Si el propio Bacchiani lo está reconociendo, la situación cambia no solamente en Córdoba, sino también en el ámbito local porque en Catamarca todas las participaciones que hay en torno a las conductas desplegadas por Bacchiani, es decir los partícipes que hay en este esquema, llámense socios, poceros y todo aquel que tuvo algún tipo de intervención, lógicamente tienen que sentarse a ver cómo articularán su defensa en función de que Bacchiani dijo que es una estafa”, consideró el abogado.
En este sentido, Granizo centró su análisis en la quiebra y cómo debería seguir ahora la causa. “El rigor formal con el que se estaba manejando la jueza hizo que en su momento no pudiéramos extender la quiebra hacia otras empresas. Siempre se centró en que era un problema de Bacchiani y que todo lo demás no era motivo de análisis”, advirtió el abogado a lo que planteó: “El planteo que hicimos como peticionante de quiebra fue decirle a la jueza que este no es un despensero que de pronto tuvo que cerrar porque el negocio no le funcionó. Esto es una estafa, entonces no se puede aplicar el rigor formal que aplicaría a cualquier ciudadano común cuando tenemos un hecho que es mucho más grave. Acá estamos hablando que Bacchiani tenía un cúmulo de empresas satélites que debían estar alcanzadas por la quiebra”.
En este marco, Granizo consideró que al haberse confirmado ser una estafa todo el accionar de Bacchiani, “lógicamente engloba a todo en lo mismo y lleva a la quiebra un plano mucho más riguroso en cómo debería ser el tratamiento”. Es por eso que consideró que “la quiebra debería extenderse”, porque “si ahora se habla de que era participación para una asociación ilícita entonces tienen que responder con sus bienes todos aquellos que fueron partícipes en la maniobra”.
Posteriormente, el abogado se refirió a un posible armado dentro de las filas de Bacchiani para tapar las estafas. “Lo que siempre se habló es que Bacchiani tenía un sistema paralelo que le hacían los socios y que a él simplemente le daban para que firme pagarés, pero ya no sabemos si los firmaba él. Entonces, cuando se produce la verificación (de firmas de pagarés) aparecen 800 acreedores y poco más de 2.000 pagarés, y la defensa dice que estos pagarés no los firmó Bacchiani”, relató.
En este marco consideró que “hay que investigar cuáles son los verdaderos acreedores y cuáles no”, porque “el que es un damnificado real que tiene un pagaré firmado por Bacchiani quizá entra dentro de la bolsa de un montón de pagarés falsos”.
“La primera estafa fue todo el esquema que armó Bacchiani a través de Adhemar Capital y la segunda gran estafa fue el esquema de reestructuración que se generó después porque les sacaron los instrumentos que tenía cada uno de los damnificados para cobrar y les hicieron otros papeles. Ese otro papel no sabemos quién lo firmó, porque fue hecho cuando la gente se agolpaba frente a las oficinas y entregaba sus pagarés”, consideró.
Finalmente, el abogado planteó sus dudas en torno al futuro de las causas contra el fallido trader. “El actual escenario coloca a Bacchiani en una situación en donde el hombre está preparándose para fugar del penal”, dijo. “Sucede que si él, frente a 50 hechos denunciados en Córdoba reconoce que es una estafa y acepta que le den nueve años de prisión y por detrás aparece la fiscal (Valeria Rissi) con 128 hechos que van a ser otros 10 años y a su vez, acá tenemos 800 damnificados. Si sumamos las penas en abstracto ya tendríamos un número que superaría la vida que podría tener él en prisión”, cerró.