sábado, 19 de abril de 2025 15:00
Después de más de tres décadas de matrimonio y meses de rumores, Marynés Breña, la ex esposa de Guillermo Francella, decidió hablar públicamente sobre la separación del reconocido actor. Lejos del drama y con una actitud relajada, contó los motivos de la ruptura y cómo es hoy su vínculo con el padre de sus hijos, Nicolás y Yoyi.
“Ahora estoy sola y estamos bien así los dos”, afirmó con una sonrisa ante las cámaras de LAM, confirmando que la decisión fue consensuada y sin conflictos. Según sus propias palabras, la convivencia llegó a un punto de desgaste que no pudieron revertir: “Yo creo que fue un desgaste. No hubo ningún motivo puntual. Fueron muchos años…”.
Pese a la distancia, Marynés aseguró que sigue en contacto permanente con Francella: “Hoy estuvimos hablando toda la tarde. Hablamos mucho. Él está a full con El Encargado”, comentó, haciendo referencia al éxito laboral que atraviesa el actor. Además, resaltó que, pese a la separación, la relación entre ellos sigue siendo buena.
“Son 36 años. Si uno no termina bien después de tanto, ¿qué te queda?”, manifestó. Consultada sobre una posible reconciliación, fue tajante pero dejó una pequeña puerta abierta: “No lo sé. Así estamos bien. El universo dirá qué pasa, pero hoy cada uno está en su lugar”.
Con un tono calmo y seguro, dejó en claro que no hay resentimientos, solo etapas cumplidas. Breña también recordó el episodio que disparó los rumores de crisis: su ausencia en una premiación donde Guillermo apareció solo. “Yo estaba en Miami. Siempre fui perfil bajo y lo sigo manteniendo. Nunca me gustó mucho la exposición”, explicó.
Al referirse al escándalo que protagonizó el hermano de Francella en ese contexto, aclaró con sinceridad: “Ricardo es una persona que quiero mucho, pero se sacó… Es un poco explosivo, como buen tano. No está acostumbrado a los medios, lo entiendo”.
De esa manera, Marynés Breña eligió ponerle voz a su historia con serenidad, lejos de los escándalos mediáticos. “Tenemos derecho a estar felices y bien, cada uno por su lado si hace falta”, concluyó, dejando una lección de madurez en medio del revuelo