En la Argentina se quieren tratar Proyectos de Ley para bajar la edad de imputabilidad en los delitos cometidos por menores. Dichos menores tienen un régimen penal juvenil, el cual abarca desde los 16 a 17 años, con 18 años ya entran en el régimen de adultos. Existen entre 14 y 17 proyectos que están dando vueltas en el Congreso de la Nación. Si se aprueba alguno de estos proyectos, ¿realmente va a mejorar esta problemática? ¿Qué sucede con esos menores después de pasar por un centro de detención? ¿Pueden reinsertarse en la sociedad? Estas fueron algunas de las preguntas que realizó la periodista a quienes estaban presentes.
Sebastián Queijeiro, abogado penalista, declaró que participó en uno de esos proyectos, “garantizo que luego de estas elecciones va a haber una reforma. No se llevó, ni se presentó ahora para que no se mezcle con la política”, aclaró.
Dicho abogado asegura que estos proyectos se van a posponer hasta después de la elección, además garantiza que se votará a favor de uno de ellos, “sí o sí, para mí la edad tiene que bajar”, declara haciendo hincapié en que el sistema actual proviene de la dictadura, mencionando a Videla. “Está comprobado técnicamente, por los índices, que es un sistema ineficiente y muy costoso, el más costoso de la región. Claramente vamos a tener que hacer una reforma”, afirmó.
Alejandrina Barry, especialista en infancias y niñes, salió al cruce con una postura totalmente contraria a la de Queijeiro, primero explicó que trabajó alrededor de 20 años con niños, niñas y adolescentes en Villa 21-24. “Soy parte del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y fui también, legisladora por el Frente de Izquierda. Participé de estas audiencias que hicieron todas las organizaciones de la niñez y se han manifestado en contra por unanimidad, planteando claramente que el problema es que nuestros pibes no son peligrosos, sino que son los que están en peligro en este momento”.
Y agregó: “Primero hay que pensar que esta discusión se da en un contexto particular, donde los niveles de pobreza e indigencia de nuestros niños y nuestras niñas están en su peor momento, por no decir obscenos y, donde justamente lo que hay que enfocar es cómo garantizarle los derechos a esos pibes y pibas. Para que tengan en cuenta que es una discusión falsa, desde mi punto de vista parte de la agenda represiva de Bullrich, es que el 0,45% de los pibes de entre 12 y 17 años, participa de algún delito, o sea, estamos hablando de cifras muy ínfimas, es decir que el 95,55% de los pibes, no delinquen”.
“En ese marco, las urgencias tienen que ver con otras cosas, tienen que ver con el acceso a alimentación; que en los barrios pueda haber polideportivos; centros culturales; talleres de oficio; etc”.
Queijeiro confronta a Barry basándose en la doctrina de Zaffaroni, en la tecnología y la neurociencia. También realiza un paralelismo: “Así como un jubilado hoy, a los 65 años es joven y se discute la edad jubilatoria, los menores de 16 años tienen otros estímulos, otra tecnología, no es lo mismo un niño de hace unos años que ahora”, afirma muy convencido.
Barry no tiene acuerdo, “hay un contexto social que es el que hay que abordar con urgencia. Se debe contar con abordajes sociales en relación a la problemática. Acá, para mí, hay una cortina de humo, porque no se plantean medidas de cómo atacar a los que generan ese gran delito como el narcotráfico, los desarmaderos de autos, estos delitos tienen convivencia.
En ese momento la periodista interpela a Barry con el caso del crimen de Kim Gómez en La Plata, en el cual los involucrados tienen 14 y 17 años. Barry contestó: “Si no ves el contexto, es decir, esos pibes robaron un auto, sí. Si no hubiera pasado lo de Kim ¿ese auto a dónde iba? a un desarmadero, todo el mundo sabe en los barrios, centralmente la policía, quiénes son los que los manejan. Entonces, si no atacas las causas del gran delito, los pibes son el eslabón más débil de esa cadena”.
“La coyuntura de estos problemas se solucionan con medidas sociales, es la única manera. Si no se plantean medidas concretas para que esos pibes tengan un presente donde no sean víctimas de las redes de trata, de las redes de narcotráfico, de las redes de delincuencia, es algo que no se puede abordar, o sea, estadísticamente al contrario de lo que dice Queijeiro, en los países donde se bajó la edad de imputabilidad, aumentó el delito”, afirmó Barry.
Y cerró el debate explicando que, “nosotros cuestionamos que es una ley de la dictadura, pero la ley que se quiere implementar ahora es peor que la de Videla, porque se va a condenar a pibes de 13 años, a 20 años de cárcel y no plantea absolutamente ninguna medida social en un contexto donde el 0,45% de los pibes de 12 a 17 años participan de un delito, el resto no. La cifra que duele son dos millones y medio de chicos y chicas que se van a dormir sin cenar”.