martes, 15 de abril de 2025 19:00
La última gala de eliminación de Gran Hermano dejó más que una simple salida. El domingo 13 de abril, Martina Pereyra quedó fuera de competencia tras enfrentarse en placa contra Catalina Gorostidi. Lo que nadie esperaba era que, apenas unas horas después de abandonar la casa, la joven de La Plata recibiría una noticia devastadora: el fallecimiento de su abuela mientras ella aún estaba aislada.
Durante su participación en el debate del lunes, Martina Pereyra se mostró conmocionada pero entera. “Estoy bien, aunque todavía no caí. Fue un shock cuando me lo contaron”, confesó en vivo ante Santiago del Moro y los panelistas. La noticia generó repercusiones tanto por la pérdida como por la decisión de su familia de no comunicarle lo ocurrido mientras seguía dentro del reality.
En redes sociales, muchos usuarios cuestionaron la actitud de los seres queridos de Martina Pereyra por haber ocultado una situación tan delicada. Sin embargo, la propia exjugadora defendió la elección: “Entiendo la decisión de mi familia. Quisieron cuidarme”. A pesar de su templanza, quedó claro que está atravesando un momento de profundo dolor en medio de la vorágine mediática.
El impacto de su salida también se sintió entre los participantes. Chiara, Lourdes y la propia Catalina no tardaron en culpar a Santiago “Tato” Algorta por lo ocurrido, acusándolo de haber influido en la votación del público. Esta reacción generó un nuevo foco de conflicto en la convivencia y reavivó antiguas tensiones.
Mientras tanto, Tato se encuentra nuevamente en el centro del escenario. Como ocurrió en las primeras semanas del programa, las críticas de sus compañeras parecen favorecerlo, revitalizando su imagen frente a la audiencia. Lejos de debilitarlo, el ataque grupal podría reposicionarlo como un jugador fuerte dentro del certamen.
Paradójicamente, Martina Pereyra, quien pasó desapercibida durante gran parte de su estadía en la casa, terminó provocando un efecto dominó tras su eliminación. Desde enfrentamientos en vivo hasta acusaciones de complot, su salida movió las piezas del tablero más de lo que muchos esperaban.
Ahora, la joven platense debe afrontar su duelo lejos de las cámaras, aunque con el apoyo de una gran parte del público que empatizó con su historia. Además, crece la expectativa por su reencuentro con Luca Figurelli, con quien formó una de las parejas más queridas por los fanáticos del programa.
La salida de Martina Pereyra, teñida de dolor y polémica, marca un nuevo punto de inflexión en esta edición de Gran Hermano, donde el juego y la vida real se cruzan de forma inevitable.