sábado, 19 abril, 2025
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Orinar contra el viento

Ten cuidado con quien pisas al subir, porque te lo encontrarás al bajar. A un altísimo costo, Javier Milei corrobora lo acertado de la trillada advertencia popular en cuero propio.

La aprobación de la comisión para investigar los entretelones de la criptoestafa LIBRA en la Cámara de Diputados es quizás el episodio que mejor resume las consecuencias de su fascinación por los insultos, las humillaciones, el destrato y los disparates agraviantes en general, descargados a granel no sólo contra sus antagonistas sino también, y sobre todo, contra sus aliados y quienes, aún sin serlo, procuran establecer bases para unas relaciones institucionales y políticas sensatas.

Las indiscriminadas vejaciones que desparramó terminaron configurando el único denominador común que reconoce la fragmentada oposición. Podrán las tribus disentir en todo, pero resulta que todas han sido objeto de las rabietas presidenciales y todas tienen facturas para cobrarles.

Ya el juego coordinado de kirchneristas y macristas en el Senado para rechazar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema fue indicador de las consecuencias autodestructivas de la política difamatoria.

La comisión LIBRA es más grave para Milei, porque coloca en la línea de fuego a su hermana Karina, secretaria General de la Presidencia y pilar anímico indispensable, contaminada por el incidente.

Conviene abordar con algún detalle el rechazo del bloque del PRO a la comisión. Mauricio Macri tiene razones adicionales a las del resto de los denostados por Milei para detestarlo, pues lo respaldó explícitamente para la segunda vuelta electoral y en el Congreso. La respuesta libertaria a estos servicios ha sido ignorarlo, empoderar a Patricia Bullrich, permitir que los grupos de tareas virtuales de los libertarios desplegaran operaciones en su contra y tratar de destruirlo en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires.

Ha de convenirse que estas actitudes del Presidente y su cohorte de mesiánicos hacia Macri no es precisamente un estímulo para sumar aliados. Vincularse con Milei implica no solo exponerse a agresiones retóricas, sino también a maniobras de coptación y eliminación electoral concretas. Se entiende en ese marco los votos a favor de investigar LIBRA de los diputados peronistas catamarqueños alineados con el gobernador Raúl Jalil o los del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, por no hablar de los de bloques como el que comanda Miguel Pichetto.

El PRO podrá haber votado en contra de la comisión, pero retiene herramientas para incidir en su funcionamiento: designación de autoridades, quórum, resoluciones. Los libertarios quieren evitar a toda costa que el espacio se convierta en teatro permanente del caso LIBRA, como ocurría durante el ya olvidado juicio político a la Corte instigado por el kirchnerismo, pero para impedir esto requiere acordar con los bloques chicos y el PRO.

Es revelador advertir la situación de vulnerabilidad en que Milei se ha puesto a sí mismo y a su apreciada hermanísima.

¿Y si la comisión decide citar a Karina, que fue excluida junto a Manuel Adorni de la lista de funcionarios interpelados? Hasta podría ser que, llegado el caso y si lo creen conveniente, macristas y kirchneristas se comploten como ya hicieron en el Senado contra Lijo y García-Mansilla.

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, entra en una dinámica de chantajes sistemáticos para evitar que la comisión funcione. Una verdadera obra de arte de la torpeza política: Milei se encuentra en la bajada con los que pisó al subir.

Habrá que ver qué ocurre, pero mientras tanto emergen otros acontecimientos deliciosamente ilustrativos de la inconveniencia de orinar contra el viento.

Se anuncia para el lunes la llegada del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessen, que se reunirá con Milei y el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo.

Desesperado por los dólares del FMI, el Presidente deberá interrumpir la batalla cultural para elogiar al influyente funcionario: Bessen es un orgulloso homosexual, casado y con dos hijos. ¿Qué dirá Agustín Laje?

No vaya a ser que los Bolsonaro le exijan al Presidente que devuelva la condecoración de las “3 I”, culo ‘e tuna que le entregaron entre efusivas celebraciones machistas y burlas a la comunidad homosexual por ser «inmortal, incomible, irrompible”.

Qué cosa, el karma.

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