domingo, 9 de marzo de 2025 02:12
La violenta, sistemática y brutal represión que sufren los jubilados en cada una de sus manifestaciones semanales, motivó una reacción social inédita y de consecuencias inciertas, ya que ahora hinchadas de los principales equipos de fútbol anunciaron que acompañarán a los abuelos para defenderlos en caso de que se intente volver a castigarlos con las fuerzas de seguridad. La ministra del área, Patricia Bullrich, cada miércoles desde fines de agosto, envía un megaoperativo de infantería para reprimir a los jubilados que marchan alrededor del Congreso, pero ahora se anunció que las barras de muchos equipos participarán de la manifestación. Todo comenzó cuando un jubilado de 75 años, hincha de Chacarita, fue a marchar con la camiseta de su club y terminó castigado y con una fractura, por lo cual otros hinchas de ese equipo fueron a ayudarlo. Ante la presencia de esta barra, en el último operativo, la Policía lanzó gases, pero no repartió palos. Pero con ese antecedente se anunció para el próximo miércoles que asistirán simpatizantes de decenas de clubes. Boca, River, Independiente, Racing, Huracán, San Lorenzo, Los Andes, Nueva Chicago, Tigre, Argentinos Juniors, Gimnasia y Esgrima La Plata, Atlanta, Ferro, Lanús, Almirante Brown, All Boys, Tristán Suárez, Estudiantes de Buenos Aires, Rosario Central y Newells son algunos de los clubes que anticiparon su participación. Las convocatorias se viralizaron, al tratarse de mensajes no oficiales sino de agrupaciones y peñas, y la reacción fue masiva. En los volantes de convocatoria se mezclan los escudos de los clubes, con frases de Diego Maradona o fotos de Norma Plá; la jubilada insignia de la pelea contra la política que en la década del 90 aplicó Carlos Menem. “Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados” (frase de Diego), “Nadie se atreva a tocar a mi vieja” y otras consignas prometen reunir a un gran número de asistentes. Las razones de la lucha están claras: la política de ajuste de Milei, en 14 meses de gestión, ya les hizo perder cinco jubilaciones mínimas a quienes cobran los haberes más bajos, además de quitarles numerosos medicamentos. Pero cada protesta anterior terminó con la policía apabullando a los manifestantes. En la próxima marcha se asegura que las hinchadas llegarán desde la Capital Federal y el Conurbano, y su propósito es proteger a los jubilados. Qué puede suceder, es una incógnita. Muchos de los grupos que prometieron presencia tienen conflictos de larga data entre ellos. Suponiendo que dejen sus diferencias a un lado, la mínima reacción policial podría desatar un caos. Habrá que ver si la convocatoria es importante, si llegado el caso la policía reprime, o incluso si algún sector genera incidentes intencionalmente. El riesgo es alto, y asoma como uno de los primeros chispazos sociales, luego de marchas pacíficas como las de los universitarios o la comunidad homosexual. Un caso para seguir, porque la violencia -hasta aquí una herramienta del Gobierno- es fácil de iniciar y muy difícil de controlar y aplacar después.
Pasado de rosca
A propósito de violencia, quien parece haber perdido los estribos rápido es Sergio Romero, impulsor de la Unión Obrera. En unas pocas semanas, Romero pasó de un reclamo salarial a exigir la renuncia de la directiva de ATE, de allí a promover una desafiliación masiva y a formar su propia entidad, con un vértigo que a veces parece marchar a contramano de la prudencia que exige la conducción. Un primer paso en falso lo vivió en una de sus primeras movilizaciones, cuando pirotecnia que llevaba con su grupo terminó con la vida de un perro en la plaza 25 de Mayo. Aquella vez pidió disculpas y aseguró que su postura era pacífica, pero ante la verificación de descuentos que se les practicaron por las últimas medidas de fuerza, Romero advirtió que todo podía terminar “en las calles con sangre” y amenazando con que “si no nos llaman el día lunes nos van a tener adentro de Casa de Gobierno”. Palabras desmedidas que incitan a la violencia y poco aportan. Los liderazgos implican responsabilidades, y hablar de sangre en las calles no parece ser el mejor camino ni el más adecuado para dialogar o negociar, al margen de la justicia o no de los reclamos. Todo un desacierto que debilita al sector rebelde de ATE, que en definitiva desconoció a las autoridades gremiales elegidas recientemente y con mandato hasta 2027, y que no parece tener claros ni su rumbo ni las formas.
Imagen de Milei
Casi todos los días se conocen resultados de encuestas sobre la imagen de los políticos, pero algunas consultoras son más prestigiosas que otras. Entre las más calificadas aparece la brasileña Atlas Intel, porque, entre otros aciertos, fue la que anticipó el triunfo presidencial de Javier Milei cuando nadie lo tomaba en serio. Ahora Atlas Intel publicó su último trabajo en conjunto con la agencia Bloomberg sobre la situación política y la imagen de los principales líderes en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México. En el caso argentino, la encuesta marca una caída de diez puntos de la imagen de Milei en un mes, de 55 por ciento de positiva en enero a 45 en febrero mientras que la negativa subió de 41 a 50 en ese mismo período. De esta manera, es la primera vez desde octubre que Milei tiene mayor imagen negativa que positiva. Esta encuesta no midió específicamente el impacto del criptogate pero fuentes de la empresa afirman que “muy probablemente la caída este relacionada con ese escándalo”. En cuanto a la aprobación del gobierno el panorama es mejor y muestra casi un empate técnico entre la aprobación y desaprobación. Asimismo, el 52 por ciento dice no confiar en el gobierno y un 53 considera que la situación económica es mala o muy mala. En relación a las principales problemáticas, la inflación volvió a ser el tema central para el 42,4 por ciento seguido por la corrupción con 41,1. Por su parte, el desempleo que venía encabezando el listado cayó al tercer puesto con 38 por ciento por encima de la inseguridad (28,6) y la situación económica (25,9). A pesar de este desplome, Milei sigue siendo el líder con mejor imagen del país pero ese ranking se ve una recuperación importante de Cristina Kirchner. La ex presidente pasó de 28 por ciento de positiva en enero a 36 en febrero y la negativa bajó de 62 a 55 por ciento.
El Esquiú.com