Los vecinos de Telaritos, una pequeña localidad que fue devastada por un tornado hace más de dos meses, siguen enfrentando una dura realidad. A pesar de las promesas de intervención rápida y reparación de los daños, las autoridades no cumplieron con las expectativas, lo que generó un creciente malestar entre los habitantes. La localidad aún carece de la infraestructura básica necesaria para su recuperación.
Uno de los mayores reclamos de la comunidad es el estado de la escuela del pueblo, que sigue sin repararse completamente. Aunque una empresa se comprometió a finalizar los trabajos a tiempo para el inicio de clases, los estudiantes se verán obligados a comenzar el ciclo escolar en un Salón de Usos Múltiples, una solución temporal que no resuelve la situación a largo plazo.
El jardín de infantes sigue cerrado, y las clases continúan de forma virtual, afectando a los más pequeños de la comunidad.
La frustración no se limita a la educación. Varias instituciones de Telaritos, como el destacamento policial, la capilla y el salón de usos múltiples, siguen sin recibir las reparaciones necesarias.
Además, una familia continúa viviendo en un sector de la escuela debido a la promesa incumplida de reconstruir su vivienda. La situación de las viviendas afectadas sigue siendo crítica, con muchas familias sin respuestas claras por parte de las autoridades.
En cuanto a los servicios básicos, el suministro de agua potable sigue siendo un problema. A pesar de que se había prometido mejorar la distribución mediante camiones cisterna, la situación sigue siendo precaria.
Por otro lado, el estado de las rutas, que conecta Telaritos con otras localidades cercanas, es tan malo que resulta imposible transitarla, lo que aísla aún más a la comunidad.