Un hombre acusado por el delito de “trata de personas” ocupó ayer el banquillo del Tribunal Oral Federal. Su identidad se reserva debido a que la víctima era su pareja. En la ocasión, el acusado asumió su responsabilidad por el delito reprochado y dio su acuerdo en relación con el monto de la pena a cumplir, entre otras cuestiones. Los jueces lo declararon culpable y lo condenaron a la pena de ocho años de prisión, de cumplimiento efectivo de manera domiciliaria. También se ordenó una reparación integral a la víctima por el monto de $7.000.000, por el daño patrimonial, psicológico y moral sufrido.
El hombre había sido imputado por el delito de “trata de persona triplemente calificado por el aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de la víctima, tener un vínculo con la víctima y por explotación sexual”. La fiscal auxiliar María Correa solicitó al Tribunal la homologación del acuerdo entre las partes. La representante del Ministerio Público Fiscal Federal solicitó una pena de ocho años de prisión por el delito que se le imputó y una reparación integral para la víctima por el monto de $7.000.000, por el daño psicológico y moral causado.
A su turno, la defensora de Víctimas de Delitos Mariana Vera adhirió a lo solicitado por la Fiscalía Federal. Comentó que mantuvo un diálogo con la víctima –no estuvo presente en audiencia a fin de evitar la revictimización-. La mujer manifestó estar de acuerdo. Además, la defensora de Víctimas solicitó que el acusado realice un tratamiento psicológico. Finalmente, la defensora del acusado Claudia Graciela Paz también adhirió al planteo de las partes, en todos los aspectos, y solicitó que cumpla la condena de manera domiciliara en Jujuy, donde había asentado domicilio. La defensora explicó a su asistido el detalle del acuerdo y éste dio conformidad.
Luego, los jueces del TOF Enrique Lilljedahl, Mario Martínez (del TOF de La Rioja) y Julián Falcucci (del TOF de Córdoba) dieron a conocer el veredicto. Declararon al acusado culpable por el delito que se le reprochó y se lo condenó a ocho años de prisión. De acuerdo con lo solicitado por las partes, deberá realizar tratamiento psicológico, pagar una reparación integral a la víctima y cumplir la pena en el domicilio fijado.
Expediente
De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, la causa se había iniciado con una denuncia en la Unidad Judicial de Violencia Familiar y de Género de la Justicia provincial. En febrero de 2022, la víctima se presentó a este precinto para denunciar a su esposo, por situaciones de extrema violencia intrafamiliar. En la denuncia, asentó que su esposo es una persona violenta desde siempre. Para la mujer, la situación era insostenible. Contó que constantemente sentía temor. Como la casa en la que convivían era de su propiedad, solicitó la exclusión de su agresor y restricciones de acercamiento. También advirtió que su pareja tenía denuncias anteriores por “trata de personas” y “amenazas”.
Un mes después, la mujer amplió su denuncia. Declaró que conocía a su denunciado desde hacía 30 años y que siempre la obligó a prostituirse. De acuerdo con su relato, la trasladó a distintas whiskerías ubicadas en distintas provincias. Llegaron a Catamarca y la obligó a trabajar en prostíbulos y en la calle.
En su denuncia, dejó en claro que el dinero quedaba en manos de su pareja. Además, remarcó que siempre la mantuvo amenazada con la finalidad de explotarla sexualmente. Ante este nuevo testimonio, la Justicia provincial declinó competencia al Fuero Federal. De acuerdo con la investigación del Ministerio Público Federal, el acusado captó a la víctima entre 1992 y 1993. Hasta 2022, amenazas mediante y valiéndose de su situación de vulnerabilidad, la obligó a ejercer la prostitución. El acusado obtuvo beneficios económicos a costa de la explotación sexual de su pareja. Con este juicio abreviado y la confesión del acuerdo, la víctima probablemente pudo cerrar este capítulo. Su proceso para sanar esta herida la inició cuando se animó a denunciar.
Animate a denunciar
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad». Si te encontrás en una situación de violencia, pedí ayuda. Podés hacer la denuncia en la Unidad Judicial Especial de Violencia Familiar y de Género, ubicada en Capital en Esquiú 315; en Villa Dolores, Valle Viejo, en Félix Placita 155. Otra opción es presentarse en las Unidades Judiciales de Capital, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú.