jueves, 6 de febrero de 2025 14:37
Vanesa Vega y su familia llevan más de dos semanas viviendo en la calle, sin recibir ninguna respuesta efectiva por parte del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). A pesar de los esfuerzos y visitas constantes al IPV, la situación sigue sin resolverse. La falta de respuesta por parte de la institución dejó a esta familia en una situación vulnerable, con pocas opciones disponibles para acceder a un hogar digno.
Vanesa, visiblemente angustiada, comentó: “Fui antes de ayer y me dijeron que siguen de vacaciones, que recién a fin de mes volverán. Estoy desesperada, mi familia sigue viviendo a la intemperie”. Además, mencionó que, debido a las altas temperaturas y las amenazas de lluvia, la situación se hace aún más difícil. “Con el calor, es imposible estar así. Tuvimos que improvisar con nailon para protegernos, pero es un esfuerzo que no podemos mantener mucho tiempo», expresó.
La familia se ha instalado en la vereda, a un costado de la calle, donde algunos vecinos les han brindado su ayuda. «Los vecinos son muy buenos, nos prestan el baño y nos ayudan con la comida, pero la situación no es sostenible», añadió Vanesa, quien también enfrenta preocupaciones adicionales por la educación de sus hijos. “El inicio de clases está cerca, tengo que llevar a mi hija a los chequeos médicos, pero no puedo moverme de aquí, no sé cómo voy a hacer”, indicó.
Vanesa también relató que, a pesar de haber presentado toda la documentación solicitada por el IPV, la respuesta fue clara: “No hay casa”. A su regreso esta semana, se encontró con que los responsables del área seguían de vacaciones, lo que le ha generado una gran frustración. “No quiero que me regalen una casa, ya llevo 15 años esperando. Solo pido que me den lo que corresponde, que no sea necesario llegar a esta situación para que me escuchen», dijo.
La madre de Vanesa, quien también se encuentra en la misma situación, no ha recibido ninguna comunicación oficial respecto a un posible desalojo. «Ella sigue entrando y saliendo como si nada estuviera pasando», relató Vanesa, señalando que no se ha recibido ninguna respuesta formal al respecto.
La familia de Vega continúa esperando una solución por parte del IPV, con la esperanza de que pronto se les proporcione una vivienda. «Mi mayor preocupación es que mis hijos empiecen las clases en condiciones dignas, sin estar viviendo en la calle», concluyó, mientras observa a sus hijos que juegan en la improvisada «piscina» que construyeron en la vereda para soportar el calor.
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