Con gran expectativa, días atrás quedó inaugurado el Complejo Social y Deportivo «Las Tejas» en el departamento Valle Viejo. La obra fue presentada como un espacio moderno y multifuncional destinado al deporte y la recreación, marcando un hito importante en la gestión municipal.
Sin embargo, mientras esta imponente infraestructura abre sus puertas, otras obras emblemáticas de la comunidad permanecen en el abandono, generando preocupación en los vecinos y la sensación de que a pocos les importa la historia del lugar.
Uno de los espacios más cuestionados es el Natatorio Municipal, que por segundo año consecutivo permanece cerrado al público general. Aunque la Municipalidad firmó un convenio con UTHGRA para que las colonias de verano puedan utilizar la pileta, el acceso está limitado exclusivamente a niños. Antes de su cierre, este espacio era ampliamente utilizado por familias, con quinchos, una sala de atención médica y otras facilidades que ofrecían servicios esenciales, como la detección de enfermedades.
Desde el municipio se argumentó que el cierre se debe a las obras en ejecución del Polideportivo Municipal, ubicado al lado del natatorio. Sin embargo, vecinos aseguran que estas construcciones no interfieren directamente con el funcionamiento de la pileta. A esto se suma el peligro de las lluvias recientes, que han dejado agua estancada en el natatorio, un caldo de cultivo ideal para la proliferación del dengue. De hecho, se registró el primer caso de dengue de la provincia a poca distancia del lugar.
Anfiteatro «Atuto Mercau Soria»
Junto al natatorio se encuentra el Anfiteatro «Atuto Mercau Soria», ambos inaugurados a finales de los años 80 durante la gestión de Vicente Saadi (h). Este espacio fue sede del Festival de Doma y Folklore de Valle Viejo, además de numerosos eventos culturales, y se destacó como una réplica del Anfiteatro de Jesús María, en Córdoba.
Actualmente, el anfiteatro presenta un panorama desolador: pastizales altos, baños vandalizados, puertas abiertas y lo que era un escenario estable, está ahora destruido. Los vecinos lamentan el abandono de este espacio, que fue un ícono de la cultura de la zona de Las Chacras.
Ex-Centro Cultural
Otro edificio sumido en el olvido es el ex-Centro Cultural de Valle Viejo, ubicado en la Plaza El Aborigen. Este espacio, inaugurado en noviembre de 2011 durante la intendencia de Gustavo Jalile, había sido concebido como un punto neurálgico para la cultura, con una superficie de 1.246,50 metros cuadrados y un espacio verde de 1.315 metros. Albergaría oficinas de la Dirección de Cultura Municipal, un salón de usos múltiples y talleres culturales.
Hoy el edificio presenta un estado deplorable: aberturas rotas, instalaciones eléctricas y sanitarias que fueron robadas, suciedad y un ambiente insalubre. Vecinos denuncian que el lugar se ha convertido en refugio para personas que consumen drogas y alcohol, y que puede servir como punto de encuentro para delincuentes. La obra se encuentra al lado del Cine Teatro Municipal, próximo a inaugurarse, mientras al lado está abandonado el Centro.
Prioridades
El contraste entre las obras inauguradas y los espacios abandonados genera malestar en la comunidad. Vecinos de Las Tejas, donde se construyó el nuevo complejo, han señalado que para la obra se utilizaron camiones cisterna de agua potable mientras la población sufre la falta de este recurso. Cuestionaron las prioridades de la Municipalidad y exigieron respuestas ante las necesidades más urgentes de los barrios.
La inauguración del Complejo Social y Deportivo «Las Tejas» es un avance importante para Valle Viejo, pero deja en evidencia las deudas pendientes en la recuperación de espacios clave que alguna vez fueron el orgullo de la comunidad. n