En redes sociales, circula el mito de que es posible tomar sol sin protector para desarrollar una alta tolerancia. Se habla de crear el “callo solar”. Sin embargo, el concepto no se ha demostrado científicamente y puede ser peligroso para la salud humana.
Un bronceado o una quemadura solar es un signo de daño en el ADN de la piel y no sirve como excusa para saltarse la protección solar en el futuro. Además, el daño solar es acumulativo.
Por lo tanto, la exposición sin protección todos los días puede aumentar el riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro de la piel.
“A muchas personas le preocupa que proteger su piel del sol podría significar que no obtendrán suficiente vitamina D. Aunque la vitamina D es importante para su salud, también es importante proteger la piel de los rayos UV perjudiciales”, informó la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Desde la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Dermatología, la secretaria científica y médica Viviana Leiro aclaró a Infobae: “No existe el callo solar y su difusión es una moda riesgosa. Se debe usar el protector solar: es imprescindible en la rutina diaria durante todo el año ya que ayuda a prevenir el fotoenvejecimiento y cáncer de piel”.
Se estima que alrededor del 80% del daño solar se acumula en los primeros 18 años de vida. “Por eso, es importante el uso del protector desde la infancia”, resaltó.
La vitamina D es una sustancia liposoluble crucial para el organismo. Se genera de manera natural cuando los rayos ultravioleta B del sol impactan sobre la piel, donde un compuesto llamado 7-dehidrocolesterol se convierte en previtamina D3.
Esta sustancia pasa por un proceso en el hígado y los riñones para transformarse en la forma activa de vitamina D.
La vitamina D cumple un papel esencial en la salud ósea y en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Su función principal es ayudar al organismo a absorber calcio, un mineral indispensable para mantener los huesos y dientes fuertes.
Devon Peart, dietista registrada de la Clínica Cleveland de los Estados Unidos, explicó que “cuando el cuerpo tiene niveles suficientes de vitamina D, es capaz de absorber entre el 30% y el 40% del calcio de los alimentos. Sin embargo, en casos de deficiencia, esta absorción se reduce al 10% o 15%”.
La falta prolongada de vitamina D puede provocar osteomalacia en adultos, raquitismo en niños y aumentar el riesgo de osteoporosis.
Además, esta vitamina apoya al sistema inmunológico para combatir infecciones y reducir la incidencia de enfermedades autoinmunes como el lupus, la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide.
Según Peart, “mantener un buen nivel de vitamina D ayuda a prevenir infecciones y regula el sistema inmunológico”.
El uso de protector solar puede reducir la absorción de los rayos ultravioletas UVB, fundamentales para la síntesis de vitamina D. Sin embargo, el doctor Ren aseguró que “es poco común que estas medidas de seguridad impacten de manera significativa en la producción de vitamina D”.
Por lo tanto, es posible usar protector solar y obtener vitamina D de forma adecuada, siempre que se combine con una dieta equilibrada.
Para maximizar los beneficios de la luz solar sin poner en peligro la piel, se recomienda realizar actividades al aire libre durante las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, evitando el período de mayor intensidad solar.
El doctor Mike Ren, del Colegio de Medicina Baylor de los Estados Unidos, aconsejó “aprovechar unos minutos al día para realizar actividad física bajo el sol”, una combinación que contribuye no solo a la producción de vitamina D sino también al bienestar general.
Hay que considerar que el tiempo óptimo de exposición varía según factores como la edad, el tono de piel, la ubicación geográfica y la estación del año.
Las personas con piel más clara necesitan menos tiempo de exposición que aquellas con piel más oscura debido a la cantidad de melanina, que actúa como una barrera natural contra los rayos UVB.
Según Ren, entre 10 y 30 minutos de exposición directa al sol son suficientes para garantizar la producción necesaria de vitamina D.
Exponerse al sol de manera responsable implica proteger la piel para evitar quemaduras y reducir el riesgo de cáncer. El uso de protector solar con un factor de protección adecuado, así como ropa protectora y sombreros, resulta fundamental.
Además, es importante evitar la exposición prolongada sin protección, especialmente en horarios de alta radiación.
Por otro lado, para quienes no puedan obtener suficiente vitamina D mediante el sol o la dieta, se aconseja consultar con un profesional de la salud sobre el uso de suplementos.
De acuerdo con la doctora Leiro se deberían tener en cuenta estas medidas:
- Evitar la exposición solar entre las 11 y las 17 horas.
- Utilizar protección solar alta incluso los días nublados y aplicarlo 15 a 30 minutos antes de la exposición.
- Lo ideal es que se use un factor de protección solar 50 en todo el cuerpo.
- Colocarse el protector en orejas, cuello, nuca, cuero cabelludo y empeines.
- Usar anteojos de sol, gorros y sombreros.
- El repelente de insectos debe ser aplicado 20 minutos después del protector solar.