miércoles, 25 de diciembre de 2024 13:50
La madrugada previa a Nochebuena se tornó en una pesadilla para una familia del barrio Acantilados, en Mar del Plata, Buenos Aires. Un hombre de 48 años, con antecedentes de violencia, golpeó a su hija de 24 años con un fierro, rompió los regalos navideños de su nieto de seis años y amenazó con incendiar la vivienda.
El episodio ocurrió luego de que el pasado jueves los padres del agresor intentaran excluirlo de la casa familiar debido a los continuos maltratos. Según relataron las víctimas, la reacción del hombre fue extremadamente violenta, dejando como resultado escenas de terror que fueron grabadas ayer y luego difundidas en redes sociales.
En los videos se escuchan gritos, el sonido de vidrios rotos y el llanto desgarrador del niño, quien sufrió ataques de pánico tras el hecho. “El nene que se ve en los videos no pudo dormir anoche porque estaba con ataques de pánico”, contó una tía del menor al portal local 0223. La hermana de la víctima añadió: “Mi hermana me llamó por si le pasaba algo, temía por su vida. Porque además de todo lo que hizo, amenazó a mis abuelos con prenderles fuego la casa cuando se vayan a dormir”.
#MardelPlata Le pegó a la hija, la amenazó con un machete y le rompió los regalos de Navidad al nieto: así fue la noche salvaje en Acantilados pic.twitter.com/Gl8AH156le
— 0223 (@0223comar) December 23, 2024
No era la primera vez que el hombre protagoniza episodios violentos. En 2018, golpeó con un palo a su padre de 84 años, lo que lo llevó a pasar una noche en la cárcel de Batán. Desde entonces, los familiares afirman haber vivido bajo constantes amenazas.
“Mi abuelo está en shock desde anoche y se levantó repitiendo una frase: que ‘no vayan por el campo’. A mi abuela también la tiene amenazada de muerte y desde hace 6 años que todos le tenemos miedo”, relató la joven. A raíz del último incidente, la Justicia tuvo en cuenta los antecedentes penales del hombre, incluyendo daños y lesiones previas. El fiscal Leandro Arévalo ordenó su detención e imputación por lesiones y amenazas agravadas. Actualmente, el agresor permanece bajo custodia y enfrenta un proceso judicial que definirá su futuro.