domingo, 8 de diciembre de 2024 02:08
Sombra de la Banelco
El escándalo de las coimas en el Senado fue un caso de corrupción desatado en abril del año 2000, en medio de la sanción de la ley 25.250, conocida como Ley de Reforma Laboral, que ante la repercusión de los hechos irregulares fue conocida después como “Ley Banelco”. Aquella vez se investigó si el entonces gobierno radical de Fernando de la Rúa había hecho pagos a senadores del Partido Justicialista para que votaran a favor de su aprobación. La investigación en la justicia concluyó con la absolución de los acusados al no encontrarse prueba del alegado soborno. Esto demostró para muchos la incapacidad o falta de voluntad de la investigación, ya que los pagos eran una suerte de secreto a voces. Pero, lógicamente, no había recibos ni nada registrado. Por lo general, nadie entrega un documento que diga “recibí de conformidad, en concepto de coima, la suma de…”. Pero si el hecho no tuvo efectos judiciales, sí los tuvo a nivel político. Se considera ese escándalo como uno de los principales motivos para la renuncia, el 6 de octubre del 2000, del vicepresidente Carlos Álvarez, lo que provocó una implosión sin retorno en la oficialista Alianza, cuyo nombre completo era “Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación”. Se sabe, la de “Chacho” Álvarez fue la primera de las renuncias en la plana mayor de ese desastroso Gobierno, que sería sucedida luego, entre otras, por la del ministro de Economía Domingo Cavallo y del propio presidente De la Rúa, en medio de una sangrienta represión y un caos social y económico. Muchos argentinos, sobre los que son de cuarentones para arriba, recordaron la semana pasada aquellos episodios…
Aroma a remake
“Remake”, que en inglés significa “rehacer”, es un término popularizado por el muno del cine, donde se refiere a la decisión de volver a filmar una película que ya se había filmado antes, con la misma historia, los mismos diálogos y la misma idea, pero distintos actores. Algo así parece ocurrir en el Senado de la Nación, donde resurgió con fuerza la sospecha del pago de coimas a cambio de aprobación de leyes. Todo comenzó el 4 de diciembre pasado, cuando el senador nacional Edgardo Kueider (Unidad Federal) fue detenido en el Puente de la Amistad al intentar ingresar a Paraguay con más de 200 mil dólares, 3,9 millones de pesos argentinos y 640 mil guaraníes sin declarar. Junto a él estaba su joven secretaria, Iara Magdalena Guinsel Costa, que también fue detenida. La Justicia de ese país dictó después el arresto domiciliario de Kueider. Tras conocerse la noticia, el presidente de la Nación, Javier Milei (La Libertad Avanza), compartió en su cuenta de X una imagen de la lista de precandidatos a senadores del Frente de Todos en las elecciones legislativas junto al texto: “@CFKArgentina TODO TUYO…FIN”. Pero a las 2 horas, la ex presidenta y vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner (Unión por la Patria) le respondió a Milei por X y dijo: “Si hubiera sido mío no votaba la Ley de Bases querido Javier. Te gusta el durazno pero no te bancás la pelusa. Besis”. Y la trama ya estaba planteada. ¿Recibió Kueider dinero del Gobierno para traicionar a su sector político y sacar la Ley que Milei quería? La sola sospecha genera un infierno político, entre otras cosas porque mostraría al Gobierno libertario haciendo aquello mismo que prometía combatir.
El hombre del momento
Kueider nació en Buenos Aires en 1972 e inició su carrera política como concejal de Concordia (Entre Ríos) entre 1999 y 2003. Posteriormente, ocupó varios cargos en la provincia, incluido el de Secretario General de la Gobernación bajo el mandato de Gustavo Bordet, entre 2015 y 2019. En 2019, fue elegido senador nacional por Entre Ríos con el 45,46% de los votos por la lista del Frente de Todos. Sin embargo, en febrero de 2023 se separó del bloque para crear Unidad Federal junto a los senadores Carlos “Camau” Espínola (Corrientes) y Alejandra Vigo (Córdoba). Durante el debate de la Ley Bases y el Paquete Fiscal, Kueider fue uno de los que marcó su diferencia con el bloque peronista mayoritario y dio su voto positivo para que el oficialismo obtuviera la aprobación de su proyecto. Tras la sanción de la Ley , se convirtió en presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, un puesto al que llegó con el apoyo de La Libertad Avanza. En una reacción casi infantil, Milei muestra ahora que fue elegido por el peronismo para intentar despegarse del asunto, pero no alcanza. A plena luz del día Kueider se pasó al bando de los libertarios. De hecho, el peronismo quiere expulsarlo para recuperar la banca con alguien leal, y el oficialismo intenta protegerlo, en una novela que recién comienza. El abogado de Kueider, aseguró que el senador “no tiene nada que ver con el dinero”, y que era de su secretaria. Quien quiera creerle está en su derecho: de momento la justicia no lo hizo. Kueider no presentó su declaración jurada patrimonial de 2023 ni de 2022. El último registro público de su patrimonio es de 2021. En esa declaración jurada informó un patrimonio de unos pocos dólares. Los números no cierran, a menos que haya ganado el Quini recientemente. El interbloque de Unión por la Patria del Senado presentó un proyecto de resolución para desaforar a Kueider y pedir “la inmediata expulsión” del senador “por inhabilidad moral”. Si fuera removido, debería asumir la banca quien ocupaba el segundo lugar en la boleta del Frente de Todos en 2019, cuando Kueider fue electo senador. Es Stefanía Cora, actualmente diputada provincial en Entre Ríos y cercana al kirchnerismo. El Gobierno no quiere saber nada con la expulsión, y se ve entre la espada y la pared: si lo echan por “coimero” será problema libertario, y si el Gobierno lo protege también será un problema libertario. Así las cosas, aunque los medios afines a Milei se esfuerzan en remarcar la condición de “peronista” del senador, el problema lo tiene Casa Rosada, y Cristina es quien desafía a Milei vía redes: “Fijate que tu Vicepresidenta no se olvide de convocar a sesionar, y que tus 6 senadores bajen al recinto para dar quórum: ¿O Kueider es tuyo y lo van a dejar seguir siendo senador porque tienen miedo que hable?”.
El Esquiú.com