Ocho diputados de La Libertad Avanza contribuyeron ayer al segundo naufragio del tratamiento de la Ley Ficha Limpia, que impediría ser candidato a cualquier persona condenada por delitos en segunda instancia. De ser sancionada, obviamente, aunque ahora convenga añadir la hipótesis de que, llegado el caso, Javier Milei la vete como hizo con la movilidad jubilatoria y el financiamiento educativo.
Si bien hubo ausencias de otras bancadas, lo más impactante fue el faltazo libertario. Implicó un torpedo a las relaciones con el PRO, que impulsa el proyecto, en beneficio de Cristina Kirchner, a quien, con la condena por corrupción ratificada, la ley dejaría sin posibilidades de competir el año que viene.
Milei replicó ayer en su cuenta de X un posteo del usuario “Escuela Austríaca de Economía”: “Durante la tarde estuve leyendo mucha estupidez sobre la ficha limpia, tanto los que criticaban al gobierno como los que están a favor, a veces se les olvida que en política toca dar tiempo al tiempo, hacer análisis serio, ya que muchos quedaron en ridículo. Lección 1: siempre confíen en Milei”. La sugerencia fue acompañada por un video en el que el periodista Luis Majul informaba que el Presidente impulsará su propio proyecto.
Habrá que esperar para ver en qué consiste la iniciativa y a las explicaciones que eventualmente ofrezca el inefable vocero Manuel Adorni. Mientras tanto, están las declaraciones preventivas del jefe de Gabinete Guillermo Francos, quien había dicho que a la Casa Rosada no le agradaba la idea de que el apoyo a la ley se interpretara como una maniobra para proscribir a CFK.
Más explícito fue el tuitero Daniel Parisini, conocido como Gordo Dan, caracterizado miembro de lo que él mismo definió como el “brazo armado” y la “guardia pretoriana” de Milei.
“En Estados Unidos, con ficha limpia, Trump no hubiese podido competir. Porque los demócratas lo condenaron con una causa inventada. No se coman las curvas de los socialdemócratas bienpensantes de centro izquierda. Estoy a favor de que las justicias corrompidas por los gobernadores de turno en las provincias no puedan decidir quién es candidato y quién no. Estoy a favor de que Bolsonaro pueda presentarse a elecciones nuevamente en Brasil (no puede porque los comunistas lo condenaron) y estoy a favor de que si a Trump lo metían preso los demócratas pudiera haber sido Presidente igual desde adentro de su celda, como es en Estados Unidos actualmente. Que la puta gente decida. Y no que un juez de turno que no sabes de qué lado juega y a qué intereses responde, pueda decidir el destino entero de una nación”, tuiteó.
Estas primeras reacciones permiten colegir lo que se avecina. Las usinas libertarias montarán un gigantesco espectáculo de sonido y furia para ocultar lo evidente: el acuerdo de fondo con el kirchnerismo al que denigran de la jeta para afuera.
Aludes de disparates e interpretaciones forzadas se desencadenarán a través de las redes sociales para asfixiar a fuerza de volumen una contradicción palmaria.
En marzo, al abrir las sesiones del Congreso, Milei anunció un paquete de “leyes anticasta” entre las que estaba justamente esta de Ficha Limpia.
“Las personas condenadas por corrupción en segunda instancia no podrán presentarse como candidatos en elecciones nacionales”, dijo en aquel momento mientras la cohorte de fanáticos lo ovacionaba y se burlaba del silencio de los aludidos.
El combo anticasta incluía también al sindicalismo y ahí están los sindicalistas de lo más chulos, con sus retenciones compulsivas a los sueldos de los trabajadores, sus obras sociales intocadas y sus cargos eternos. También se fugaron los libertarios para tratar la ley que los afectaba.
Debe admitirse que les va bien con la estrategia de saturación. Tal éxito, sin embargo, no desmiente que su discurso contra la casta termina revelándose como una gran farsa: el agua no hierve a 50º por más que una mayoría categórica se pronuncie en tal sentido en las encuestas.
La deserción de Ficha Limpia se acopla a la cadena de hipocresías. Milei cierra su primer año de gestión abrazado a los “kukas”.