miércoles, 27 de noviembre de 2024 02:31
Todos los planetas se van alineando para resolver el fin de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, las famosas PASO que tuvieron varios altibajos en su consideración, con cambios de discurso dentro de algunas fuerzas políticas, pero que hoy tambalean con uno de los argumentos primarios que se utilizaron para atacarlas: su fabuloso costo. Económicamente el horno no está para bollos en el país, y con sólo mencionar los miles de millones que demanda organizar estas internas, propios y extraños se preguntan seriamente para qué insistir. A tal punto llega la situación que se observa una coincidencia entre las fuerzas mayoritarias del país, hoy encarnadas por el peronismo opositor y los libertarios como oficialismo con varios aliados. En Nación no hay margen de dudas, e incluso se formalizó la presentación de la iniciativa para que el Congreso le clave la estaca en el corazón a las PASO. Y aquí, aunque el Gobierno de Raúl Jalil no termina de pronunciarse y se declara en pleno análisis, ya empiezan a sumarse voces para terminar con el trámite electoral más cuestionado. Ayer hubo un pedido formal de intendentes, que miran los billetes que se irían en la interna y reclaman que se destinen a fines más útiles.
15 años después
Las PASO fueron creadas por ley en 2009, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria) y se realizaron por primera vez en 2011. Son elecciones primarias (es decir, no para elegir presidente, diputados y senadores sino para definir quiénes serán los candidatos a estos cargos); son abiertas, porque cualquier ciudadano puede votar en el frente electoral o partido político que quiera, sin necesidad de estar afiliado; son simultáneas porque se realizan el mismo día; y son obligatorias, porque todos los ciudadanos empadronados tienen el mismo deber de votar que en una elección general. Se realizan 2 meses antes de cada elección general y sirven para definir por el voto popular una candidatura presidencial cuando un frente electoral tiene 2 o más aspirantes, o una lista de senadores o diputados, cuando hay más de una lista. De todas formas, las PASO se realizan obligatoriamente, aunque no haya competencia interna, es decir, que haya un solo postulante en un frente electoral, ya que para competir en las elecciones generales es requisito obtener en las PASO al menos el 1,5% de los votos válidamente emitidos del distrito, o a nivel nacional en caso de elecciones presidenciales. El Gobierno de Javier Milei ya anunció que el proyecto que presentará en el Parlamento prevé la eliminación de las PASO. “Desde su creación las PASO han funcionado como una encuesta millonaria al servicio solo de la política y en detrimento de la economía y el tiempo de los argentinos. Solo en 2023 tuvieron un costo de 45.445 millones de pesos (a valores históricos, osea que en términos reales esto fue mucho más gravoso) y obligaron a los argentinos a tener que ir a votar el año pasado 3 veces”, señaló el vocero Manuel Adorni. En verdad, a quince años de su creación, las PASO casi no cuentan con defensores, ni siquiera aquellos que no hace mucho las reivindicaban como garantía de transparencia y calidad democrática. Apenas intereses sectoriales, como el de un sector del radicalismo y quizás del macrismo, necesitan que el sistema siga en pie. Podría también ser el retorno de la dedocracia interna en provincias como Catamarca, donde la voz de los afiliados nunca interesa demasiado a las mesas chicas, pero nadie enloquecerá por ello. De hecho, el oficialismo catamarqueño, jamás dirimió una candidatura a gobernador en esas instancias.
Ganancias y pérdidas
Suponiendo que finalmente sean eliminadas, ¿quién gana y quién pierde electoralmente en Catamarca? Al peronismo no le cambia el mapa en los altos cargos, para los cuales, como se indicó, nunca las ha utilizado. Naturalmente hay varios aspirantes a la Gobernación, pendientes de saber si Raúl Jalil buscará un tercer mandato o deja el sillón vacante en 2027. En caso de que decida no seguir, ya hay media docena de precandidatos listos a dar la batalla, pero pueden hacerlo prescindiendo de una PASO. Para las legislativas del año que viene, en tanto, alcanzará con el reparto de los jefes de las diferentes líneas para resolver, como se ha hecho siempre. ¿Habrá enojados y despechados? Siempre los hay, pero es más fácil arreglar estas cuestiones siendo oficialismo, porque aquel que es marginado de una lista puede ser fácilmente compensado con un cargo ejecutivo. Lo que perdería sin dudas el oficialismo peronista en la Provincia es poder de movilización, porque la posibilidad de proponer una multitud de precandidatos a concejales (hubo circuitos con más de una docena) le alcanzaba y sobraba para arrasar a los demás partidos. Salir a patear calles y buscar votos cuando no hay expectativa de ser electo es mucho menos atractivo para la militancia. La oposición por su parte, pierde una oportunidad de ordenarse, algo vital cuando no hay liderazgos definidos, y eso corre tanto para radicales como para libertarios, envueltos en sus respectivas internas.
Premios Nobel
Hace 129 años, el 27 de noviembre de 1895, el millonario sueco Alfred Nobel firmaba su testamento, en el cual establecía que su fortuna debería emplearse en crear una serie de premios para quienes llevasen a cabo “el mayor beneficio a la humanidad” en los campos de la física, la química, la medicina, la literatura y la paz. Nacían así los premios más famosos y prestigiosos del mundo. Una curiosidad: Nobel no incluyó matemáticas entre las disciplinas premiadas, y se cree que esto obedece a que había sufrido un fuerte desengaño amoroso ocasionado por una joven que lo encandilaba, y prefirió rechazarlo para irse con un matemático. Una segunda curiosidad, a propósito de recientes rumores que sugerían que el Premio Nobel de Economía debía ser otorgado a Javier Milei. Bueno, los fanáticos liberales libertarios que lo postulan fervorosamente están bastante desinformados, porque el Nobel de Economía tampoco existe, así que jamás lo recibirá. Por ahora cinco argentinos recibieron el galardón: dos Premios Nobel de la Paz, Carlos Saavedra Lamas (1878- 1959) y Adolfo Pérez Esquivel (nacido en 1931). En el campo de la ciencia, tres profesionales fueron distinguidos, y todos ellos surgidos de la Universidad Pública Argentina: Bernardo Alberto Houssay (1887-1971, Medicina), Luis Federico Leloir (1906-1987, Química) y César Milstein (1927-2002, Medicina).
El Esquiú.com