La ruptura en Los Altos entre el intendente de Los Altos, Raúl Barot y el ahora exconcejal Carlos “Kiki” Olveira, abrió una posibilidad inesperada para los libertarios catamarqueños: quedarse con la conducción de un municipio en las elecciones del año que viene.
Barot y “Kiki” Olveira cerraron una alianza en 2021 que les permitió acabar con veinte años de reinado en Los Altos de los hermanos Olveira, parientes de “Kiki”.
Al frente del partido municipal “Unidos por Santa Rosa”, Barot le ganó la intendencia ese año a Rafael Olveira, radical reciclado por el peronismo que estaba atornillado al cargo desde 2009, tras suceder a su hermano Ricardo.
La hazaña de Barot y “Kiki” Olveira no fue menor. El municipio de Los Altos había sido creado por el FCS en 2003 y los otros Olveira habían estado al comando desde el origen. “Kiki” había fracasado en una intentona de desplazar a Rafael en 2017, cuando compitió contra él por la intendencia con la escudería de Juntos por el Cambio.
Sin embargo, las relaciones entre Barot y “Kiki” Olveira, concejal electo, se rompieron a poco de andar y abrieron paso a un enrevesado litigio político-judicial que terminó con “Kiki” expulsado del Concejo Deliberante, en decisión finalmente refrendada por la Corte de Justicia.
“Kiki”, sin embargo, buscará su revancha el año que viene, cuando Barot vaya por su reelección.
Para esta pelea cuenta con respaldos no solo del radicalismo del que proviene sino también de sectores peronistas con los que Barot se ha malquistado, por no hablar de la intervención que podría tener en la pulseada Rafael, que quedó con la sangre en el ojo en 2021.
“Kiki” tiene el partido “Ahora Vos” y tratará de refugiarse bajo el paraguas libertario local, que por su parte buscará revalidar la victoria que el año pasado logró sobre el radicalismo y sus socios, a quienes desplazó al tercer lugar.
Todo es todavía demasiado incipiente, pero “Kiki” Olveira ofrece una cabeza de playa y un botín atractivo para las huestes catuchas de Javier Milei: ganar el primer municipio catamarqueño para La Libertad Avanza.
La representación del partido, que orienta Karina Milei, la hermana de Presidente, con el apoyo del clan Menem, fue entregada al sector que acaudilla la titular de la ANSES Regional, Miryam Juárez, pero por el momento carece de referentes territoriales de importancia para reforzar la influencia que la figura de Milei ejerce sobre el electorado con estructura. Olveira ofrece su rodaje en Los Altos para facturar una eventual victoria sobre Barot ante el “karimenemismo” nacional.
En este sentido, conviene recordar la actitud que tomó el radicalismo en 2021: Juntos por el Cambio no presentó candidato en Los Altos y facilitó de este modo el triunfo de la dupla Barot-“Kiki” Olveira sobre Rafael Olveira, que jugó con el sello del Gobierno.
Los Altos no es mucho, se dirá, pero a los libertarios les costaría muy poco dejar la pelea en ese territorio a cargo de Olveira en lugar de ponerse en los esfuerzos de generar una figura propia. Aparte de Los Altos, el año que viene se pone en juego la intendencia pomanista de Mutquín, en la que Carlos Luna cumplirá su tercer mandato.
Atento a esto, y al margen de algunas advertencias de La Libertad Avanza sobre la propiedad de la franquicia mileísta, “Kiki” ya anda con la peluca puesta y da testimonio de su fe libertaria intensamente en sus redes sociales.
Barot, por su parte, se prepara para la batalla y trata de recomponer relaciones con los bandos peronistas de los que renegó después de acceder a la Intendencia. Toma nota de la suerte corrida por excolegas suyos como Roxana Paulón, de Fiambalá, o Elpidio Guaraz, de Santa Rosa. El Gobierno puede soltar algún punto índice para proporcionar cobertura salarial, per no tiene demasiados problemas en establecer relaciones armoniosas con los nuevos titulares del poder distrital.