sábado, 23 de noviembre de 2024 02:20
La senadora nacional por Catamarca y exgobernadora, Lucía Corpacci, muy cercana a Cristina Fernández de Kirchner -de hecho, integra con una de las vicepresidencias del peronismo que conduce la expresidenta-, sumó su firma al dictamen del pliego con la nominación de Javier Milei para que el juez federal Ariel Lijo ocupe una de las dos posiciones vacantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Si la mayoría de los senadores en la comisión lo aprueban, el pliego pasaría al recinto del Senado, donde se necesitaría una mayoría especial (dos tercios de los presentes) para su aprobación definitiva.
Según publicaron medios nacionales, desde hace meses el oficialismo se encuentra en una carrera contrarreloj para lograr dictamen en la Comisión de Acuerdos del Senado para las nominaciones de Lijo y su par de perfil académico, Manuel García Mansilla.
En agosto, ambos habían expuesto sobre sus postulaciones durante sendas, extensas audiencias públicas, y desde entonces sus pliegos habían quedado habilitados para ser tratados. Sin embargo, debido a la carencia de votos, el oficialismo libertario se vio obligado a posponer indefinidamente la convocatoria a una sesión para debatirlo en el recinto.
Después de los discursos de ambos postulantes ante el Congreso en el inicio del segundo semestre, durante las últimas semanas la Casa Rosada intensificó las negociaciones para asegurarse las nueve firmas necesarias de los 17 miembros de la comisión. Para inicios de octubre el optimismo del Gobierno estuvo en alza. De hecho, en el entorno de Milei aseguraban que estaban tan sólo a una firma de distancia de obtener dictamen, al menos para Lijo.
Las negociaciones no dieron frutos hasta el jueves, cuando Corpacci decidió suscribir el dictamen. De todas formas, en el oficialismo no dijeron si ya obtuvieron las nueve firmas. Y admitieron que en el caso de García Mansilla están más lejos de lograr consenso: faltarían “entre tres y cinco”.
El eventual dictamen para Lijo sería una victoria del asesor de Milei, Santiago Caputo, y su brazo político en el ministerio de Justicia, Sebastián Amerio, quienes llevan las negociaciones con los senadores y los gobernadores con urgencia y buscan que los pliegos se traten lo antes posible para evitar que el debate coincida con la campaña previa a las elecciones del año que viene.
“Más adelante se va a complicar más”, dijeron al filo del cierre de las sesiones ordinarias, que terminan el 30 de noviembre.
Como mínimo, esperan que se emita un dictamen de mayoría y un dictamen de minoría en sentido opuesto, para que ambos sean llevados al recinto del Senado, para que los senadores decidan. En el peor de los casos, creen que podría postergarse el tratamiento, es decir, que la comisión decida no tratar el pliego de inmediato por falta de consenso. De todas formas, en medio de las negociaciones por el presupuesto, el Gobierno baraja la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias para abordar el tema a pesar de la proximidad del año electoral.