«No es un rival más, son los mejores del mundo. Pero puedes enfrentarlos de la manera que tú quieres hacerlo, sin tenerles miedo». Con esas palabras se presenta el entrenador español David Dóniga Lara que comanda a la Selección de El Salvador, primer rival de la Selección Argentina en este 2024. Ambos seleccionados se enfrentarán este viernes en el Estadio Lincoln Financial Field de Philadelfia, Estados Unidos, como parte de la primera ventana de los amistosos FIFA.
El equipo nacional, comandado por Lionel Scaloni, tendrá su primer partido del año sin Lionel Messi, que quedó marginado de la gira por lesión. El mejor jugador del mundo padece una molestia muscular en el izquiotibial derecho. «Su ausencia (Messi) no nos afectaría en nada. Pero hará que la Selección Argentina no sea la misma», asegura el técnico que desde enero ocupa su cargo en «La Selecta».
Dóniga Lara llegó a El Salvador procedente del fútbol de Panamá, donde dirigió en el 2023 al Sporting San Miguelito, equipo con el que llegó a las semifinales del campeonato local. Un año antes, entrenó al club 9 de Octubre de Ecuador. Previamente, tuvo una experiencia en los selecciones nacionales de Panamá, donde estuvo a cargo de la Sub-23, y fue asistente de Thomas Christiansen en la Selección mayor en la eliminatoria rumbo el mundial de Catar 2022.
No obstante, en España fue asistente técnico en los clubes Deportivo La Coruña, Betis y Málaga, entre otros. También tuvo su paso por el fútbol de Grecia al ser asistente en el Olympiacos. «En mi cabeza no entra que alguien que está representando a su Selección con una ilusión bárbara, vaya a sacarse fotos con los rivales, y estén pensando más en otros aspectos que en el partido en sí», cuenta Lara en diálogo con Página/12, en referencia a la posibilidad de que sus jugadores soliciten fotografiarse con los jugadores argentinos, antes o después del partido.
–Hace muy poco tiempo que es entrenador de la selección de El Salvador, ¿qué lo llevó a hacerse cargo y con qué motivación?
–La decisión no fue complicada. El Salvador es una Selección con historia, con dos mundiales en su haber, que tuvo al «Mágico» (Jorge) González como figura del fútbol de este país. Lo conozco bien por su paso por España, cuando jugó en Cádiz y Barcelona. Además, el enfrentamiento que tuve en las eliminatorias para Qatar 2022 cuando dirigía a Panamá, sumado a otro amistoso que tuvimos, hizo que aceptara. Conocí un país que es muy futbolístico y apasionado, deseoso de lograr un reto que se le resiste desde 1982. Fue una motivación implícita y explicita lo que me llevó a ocupar el cargo. Dificultades no hubo, fue todo muy sencillo.
–¿Cuál es su principal objetivo?
–Sin duda que es clasificar al Mundial 2026. La Federación de El Salvador tiene un proyecto a largo plazo muy lindo, con la intención de hacer crecer el fútbol en su totalidad, desde el trabajo en divisiones inferiores, el scouting (exploración) inicial en edades tempranas hasta llegar al próximo Mundial. Yo soy el responsable principal que me encuentro en la cúspide de la pirámide donde todo el mundo se fija, y mirarán sí el objetivo se cumple.
–¿Lo toma como un peso clasificar al próximo Mundial luego de tantos años de no participar o es un desafío atractivo?
–No puedo controlar la opinión externa. Lo que sí puedo hacer es transmitir mi ilusión y motivación para cumplir con el objetivo, y poner a El Salvador donde se merece después de tanto tiempo. Seguramente, también eso sea una contaminación positiva para el resto de los salvadoreños a futuro. Yo, únicamente, lo veo como un reto y una nueva oportunidad en mi carrera. Voy a utilizar todo ese peso y la responsabilidad que tengo para agarrar más fuerza y cumplir lo que queremos.
–A corto plazo, ¿el primer reto es ganarle a la Selección Argentina?
–Tenemos una ventana FIFA densa, con varios partidos. Y como dice nuestro compatriota Diego «Cholo» Simeone «hay que ir partido a partido». No podemos tropezar. El encuentro con Argentina es el más atractivo de todos. Enfrentaremos al mejor entrenador, mejor portero y mejor bloque armado. Nos va a servir para poner sobre el tapete y preguntarnos: «¿cuál es el rendimiento que podemos dar ante una Selección que nos podríamos encontrar en un mundial?». No vamos a ser los protagonistas de entrada, pero sí ser protagonistas en otras cosas. Ahí el peso lo tiene la Argentina. Queremos hacerle daño, competirle, y luchar para ganarle. No sé preparar otro equipo que no sea para ganar, pese a la humildad de saber que partimos con algunas desventajas desde el inicio.
–¿Cuál es su estilo de juego?
–Es un estilo muy competitivo. Creemos que tenemos que ir a presionar alto al rival. Debemos ser un equipo complicado de superar y compacto, que tenga pocas dificultades para llegar al área, y con contundencia. Nos gusta tener el balón más que el equipo rival y ser verticales, aunque a veces no se pueda progresar. Pretendemos ser muy dañinos en el contrataque. Podríamos encontrarnos con esa situación, ya que Argentina se expone mucho y juega en campo contrario, una Selección a la que le gusta tener el balón. No somos un equipo que tiende a una sola cosa, sino que nos adaptamos a cualquier situación de juego. No tenemos un plan B o C, pero no nos van a sorprender en una situación que se de en el partido, porque estamos preparados para ello.
–¿En qué momento le llega este amistoso frente a la Selección Argentina?
–Hay muchos condicionantes a la hora de elegir los rivales para los amistosos. Yo lo tomo positivo, y lo bueno es que me dan para utilizar a casi todos los jugadores, salvo los que están lesionados. Me servirá para probar diferentes sistemas de juego, y observar al seleccionado en diferentes contextos ante rivales top, como es la campeona del mundo, y otros rivales que son característicos de los que nos vamos a encontrar en las eliminatorias de cara a la Copa del Mundo 2026. Además, es la última ventana que tengo antes de las fechas eliminatorias del 6 y 9 de junio, y esta preparación es muy específica. Esta ventana de amistosos será mi piedra de toque para ver como llegamos, y nos servirá para hacer algún tipo de ajustes en caso de que no lleguemos como pretendemos.
–¿Se diagrama un estrategia especial por ser Argentina campeón del mundo o es un contrincante más?
–Las dos cosas. No es un rival más, son los mejores del mundo. Pero puedes enfrentarlos de la manera que tú quieres hacerlo, sin tenerles miedo. Nosotros lo hacemos con todos por igual. Porque mostramos los mismos videos para armar los partidos, sin depender de quien sea el rival. También, las jugadas con balón o sin él. Esta semana de trabajo nos dará otra visión y nos permitirá seguir creciendo.
–¿La ausencia de Messi le modifica en algo el armado del equipo y del juego?
–Desde el punto de vista colectivo, nos aplicamos en la forma nuestra de trabajar. Y utilizaremos la referencia del rival para ver desde nuestra óptica cómo podemos hacerle daño. En este sentido, no afectaría en nada. Pero hay que ser honestos y su ausencia hará que la Selección Argentina no sea la misma. No digo que sea más fácil de batir, porque capaz que pasa todo lo contrario, ya que el mejor futbolista del mundo queda afuera y el rival nos complica por otros aspectos. En definitiva, nosotros vamos a aplicarnos de una manera colectiva como venimos haciendo en los últimos juegos.
–Hace poco tiempo enfrentó a Messi con el Inter Miami. ¿Que pierde Argentina sin él en la cancha?
–Messi tiene unos patrones bien marcados, pero eso no significa que no se lo puede contrarrestar con sencillez. Enfrenté a Messi en más de cinco ocasiones, y logré cuatro empates cuando él jugaba en el Barcelona de España. Pero Messi es Messi donde juegue. Sí los patrones que él tiene se unen a los de Rodrigo De Paul, Julián Alvarez, Lautaro Martínez, por ejemplo, se complicaría más parar al seleccionado argentino. Pero al no estar, seguramente enfrentaremos a otro tipo de jugadores, y dependerá del sistema de juego que implemente Lionel Scaloni. Sin embargo, ha traído a Estados Unidos una plantilla top con jugadores que ninguno baja del top tres de las ligas más importantes del mundo. Es una pasada ver la plantilla argentina. Hoy, es un mérito enorme competirle a la Argentina con esos futbolistas.
–¿Cree que Messi llegará a disputar el Mundial 2026?
–Ojalá. Para los que somos aficionados al fútbol, esperamos que Leo juegue el máximo tiempo posible. Es un profesional que da una buena imagen. Es un tipo que se cuida mucho con las comidas y los entrenamientos que lleva a cabo. Hace mucho tiempo que se puso las pilas y lo vemos en su físico. Es muy difícil ver a Leo lesionado. Desde la admiración y el conocimiento es un animal. Siempre quiere competir al máximo nivel y hará todo lo posible para estar. Deseo como aficionado, pero también como rival poder cruzarlo, porque yo quiero enfrentarme siempre a los mejores del mundo.
–¿Tienen permitido sus jugadores pedirles fotos a los rivales, en este caso a los futbolistas argentinos, previo a los partidos o primero hay que mantener la concentración en el juego?
–Estoy tan metido en lo mío, que acaban los partidos, me reúno con ellos y no me doy cuenta si pasó algo así. No soy fetichista de este tipo de situaciones. En mi cabeza no entra que alguien que está representando a su Selección con una ilusión bárbara, vaya a sacarse fotos con los rivales y estén pensando más en otros aspectos que en el partido en sí. Igualmente, estamos hablando de futbolistas de élite y todos somos niños y apasionados por este deporte. Pero no me entra en la cabeza que estén más pendientes de pedir una foto que de jugar al fútbol. Todo el mundo cambiaría ganarles a quedarse con un recuerdo, por ejemplo, una foto con Messi. Tengo admiración máxima por estos jugadores, pero en la cancha son rivales y como decía Carlos Salvador Bilardo “los de rojo son los nuestros y es lo único que nos importa”.