Hasta que quede firme la sentencia por violar a una joven
La Audiencia de Barcelona acordó dejar en libertad provisional al exjugador del Barcelona Dani Alves, bajo fianza de un millón de euros, mientras se resuelven los recursos contra la sentencia que le condenó a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven en una discoteca de Barcelona.
En el dictamen, la Audiencia de Barcelona dispuso que Alves pueda salir de prisión si paga la fianza impuesta, con la obligación de no salir del país, entregar sus dos pasaportes -español y brasileño- y comparecer semanalmente ante el tribunal. Un juez votó en particular en contra de que el futbolista salga de la cárcel.
En la vista celebrada ayer en la sección 21ª de Barcelona para decidir sobre la situación personal de Alves, que lleva en prisión provisional desde enero del año pasado, la Fiscalía y la acusación particular se opusieron a que quedara en libertad, mientras su defensa pidió su excarcelación argumentando que ya ha cumplido una cuarta parte de la condena impuesta por la violación.
Esta semana se cumplió un mes desde que la Audiencia de Barcelona condenó al deportista brasileño a cuatro años y medio de prisión por violar a una mujer de 23 años en los baños de la discoteca Sutton, en la capital catalana. La magistrada le dio credibilidad al relato de la víctima y consideró probada la agresión sexual cometida por el futbolista.
El voto en disidencia de uno de los jueces
Uno de los tres magistrados de la saladiscrepó del criterio de la mayoría y emitió un voto particular en el que considera que se debería mantener a Alves en la cárcel, porque el riesgo de fuga «no solamente se han confirmado, sino que se ha reforzado» con la condena y la posibilidad de que esta aumente cuando se resuelvan los recursos.
En su voto particular, el magistrado Luis Belestá expone que el «horizonte punitivo» que tenía Alves cuando entró en prisión preventiva no ha variado, puesto que las acusaciones continúan solicitando para él en sus recursos entre 9 y 12 años de cárcel.
También argumenta que Alves «sigue teniendo una gran capacidad económica» -solo su casa en Esplugues fue comprada por cinco millones de euros, detalla-, y que el millón de euros impuesto como fianza es la cantidad que percibe mensualmente un futbolista de alto nivel.
Además, apunta que «su entorno personal, familiar y de amistades, estas últimas de elevado poder adquisitivo», hacen viable que le faciliten la salida de España, incluso renunciado al millón de euros depositado como fianza.
Por ello, recuerda que Brasil no entrega a sus nacionales a otro país sin tratado de extradición y que la experiencia demuestra la «facilidad con que cualquier persona puede eludir los controles fronterizos para colocarse en situación de ignorado paradero», incluso sin pasaportes.