Quién es Matvei Safonov, el arquero héroe que atajó cuatro penales para que el PSG sea campeón de la Copa Intercontinental

Polémica al margen por ese reclamo por adelantamiento que el VAR no convalidó, el París Saint Germain se consagró campeón de la Copa Intercontinental por primera vez en su historia gracias a una muralla rusa. Matvey Safonov, de 26 años, recibió la confianza de Luis Enrique, que lo mantuvo en el arco en esta final pese a que Lucas Chevallier, quien llegó para reemplazar a Gianluigi Donnarumma, ya se había recuperado de una lesión en el tobillo derecho. ¿La particularidad? Fue el cuarto partido consecutivo en toda la temporada y atajó cuatro penales seguidos en la definición para darle la estrella al conjunto parisino.

Safonov, hasta su desembarco en el PSG, solo había jugado en un club. Hizo las Inferiores y debutó en la Primera División del Krasnodar, con el que llegó a jugar la Europa League. Y este miércoles 17 de diciembre será inolvidable para el pelilargo rubio de 1,92 metros de altura, que había tenido una discreta actuación durante los 90 minutos reglamentarios y el alargue que, tras el 1-1 (le convirtió Jorginho de penal), desembocó en la definición desde los doce pasos.

El ruso no acertó el palo en el primer remate del uruguayo Nicolás De la Cruz, que la clavó arriba para que Flamengo empiece la serie arriba. Pero a partir de ahí se volvió impasable. Al español Saúl Níguez le adivinó su intención de abrir el pie zurdo para colocarla contra su derecha. En los dos siguientes, su principal mérito fue quedarse parado, algo que la mayoría de los arqueros no elige.

En el primero de ellos, contra Pedro, fue la mayor polémica. Es que el delantero del Mengao hizo un par de amagues antes de tocar la pelota al costado derecho de Safonov, que se fue derrumbando ante cada freno en la carrera del número 9 brasileño, y levantó el único pie que tenía sobre la línea en ese instante final antes de atajarla. Pedro se quedó esperando la resolución del VAR, pero el árbitro Ismail Elfath recibió la indicación de que por centímetros, el talón de Safonov estaba sobre la cal, por lo que el arquero de la Selección de Rusia (solo atajó tres partidos para su país) se transformó en el héroe inesperado.

El decisivo fue contra el zurdazo del brasileño Luiz Araújo, para desatar la corrida desaforada de los jugadores del PSG, incluido Chevallier que estaba en el banco de suplentes, para celebrar un sextete que solo habían conseguido hasta ahora Bayern Múnich y Barcelona. ¿En qué consiste? En haber ganado la Liga de su país, la Supercopa de su país, la Copa de Francia, la Champions League, la Supercopa de Europa y ahora la Copa Intercontinental. La única marquita que le quedará será no haber podido conseguir el primer Mundial de Clubes de 32 equipos, en el que perdió la final contra el Chelsea de Enzo Fernández.

Del error de Rossi a la oportunidad desperdiciada del Flamengo

La primera Copa Intercontinental del PSG, la primera también del fútbol francés, llevará un poco el nombre de un Safonov que emergió en el momento decisivo. Porque también habían fallado los franceses Ousmane Dembélé y Bradley Barcola, aunque no fue suficiente para dar el triunfo al equipo brasileño, que ya había ganado la Intercontinental en 1981 tras derrotar al Liverpool.

El PSG, de esta forma, mantuvo la hegemonía europea que dura ya desde que en 2012 el Corinthians derrotó al Chelsea y tomó el relevo del Real Madrid, el anterior ganador del trofeo. Poco a poco el PSG de Luis Enrique recupera la intensidad que fue su marca de fábrica la temporada pasada y que, a principios de esta, se relajó. La perspectiva de un trofeo histórico despertó al campeón de Europa, que se hizo con la posesión ante un rival que plantó cara.

Navegan los franceses por aguas turbulentas a la espera de recuperar algunas de sus estrellas, como el Balón de Oro Dembélé, elegido también The Best por la FIFA, pero que comenzó como suplente por los problemas que arrastra desde la pretemporada. Lo mismo que el defensa marroquí Achraf Hakimi, mientras que Desiré Doué regresó y fue colocado en la punta del ataque.

Si el PSG busca recuperar fuerzas para todo lo que resta, el Flamengo de Filipe Luís llega al final del año con más rodaje, ya que tuvo que bregar para alcanzar la final y plantó cara a los parisinos, que solo llegó a Doha para esta final. Quizás eso será algo a rever para la FIFA. El equipo galo se adelantó tras un error de Rossi en el minuto 9 que permitió marcar a Fabián Ruiz, pero la intervención del VAR anuló el tanto al considerar que el balón había salido en una intervención anterior del argentino.

Tampoco tuvo una buena reacción en el minuto 38, cuando no consiguió desviar lo suficiente un centro de Doué al área, que acabó en los botines del georgiano Kvaratskhelia, quien solo tuvo que empujarla. Si bien el chileno Erick Pulgar pudo empatar de cabeza en el 59, el equilibrio llegó tras un penal de Marquinhos a De Arrascaeta que se encargó de transformar Jorginho.

Luis Enrique avanzó las líneas, dio entrada de Dembélé y encerró al Flamengo, que se defendió con mucho orden a la espera de oxígeno, que llegó a través de un contragolpe que Pedro, que había entrado en el puesto de Carrascal, no aprovechó. La entrada del español Saúl Ñiguez equilibró el juego del Flamengo, que acabó más asentado en el terreno rival, aunque en el último suspiro Marquinhos dispuso de un balón para evitar la prórroga, pero tampoco estuvo certero.

Los de Filipe Luís mantuvieron la iniciativa durante el primer tiempo de la prórroga, impasibles al desaliento pese a que habían corrido más tras el balón que monopolizó el PSG durante el partido. Una fatiga que comenzó a sentirse en la segunda parte, cuando fueron los de Luis Enrique quienes aceleraron y que vieron cómo Dembélé dispuso de dos ocasiones que animaron a su equipo, que se lanzó a por la victoria.

Pero aguantaron bien los jugadores del Flamengo, que forzaron una tanda de penales en la que la gesta la firmó un Safonov que escribe una página de la historia de su equipo.