martes, 16 diciembre, 2025
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Tras el incendio de una panadería, una ex empleada denuncia presuntas irregularidades laborales y falta de contención

A casi dos semanas del incendio que destruyó por completo una vivienda y un comercio del rubro panadería en la zona norte de la Capital, una mujer que asegura haber trabajado en el lugar decidió contar públicamente su experiencia y denunciar presuntas irregularidades laborales y falta de contención posterior al siniestro.

El hecho ocurrió el 28 de noviembre, en un inmueble ubicado sobre avenida Choya al 1200, donde seis personas lograron salir ilesas, aunque las pérdidas materiales fueron totales. En su momento, las propietarias del local relataron que el incendio se habría iniciado por una falla en una garrafa, versión que fue difundida por distintos medios.

Ahora, una ex empleada, de 26 años, que pidió preservar su identidad por temor a represalias, aseguró que se encontraba trabajando en el lugar al momento del incendio y brindó un extenso testimonio sobre las condiciones en las que —según afirma— desarrollaba su tarea.

Condiciones laborales denunciadas

De acuerdo a su relato, trabajó durante casi cuatro meses como pastelera y panadera, sin que se regularizara su situación laboral. “Pedí en varias oportunidades que se aclarara mi condición, pero no obtenía respuestas”, sostuvo.

Siempre según su testimonio, las condiciones de trabajo eran precarias, con jornadas de hasta 12 horas, sin descansos, sin guantes de cocina y en un ambiente con altas temperaturas. También afirmó que no había matafuegos en el lugar y que el aire acondicionado había sido retirado, pese al calor extremo generado por los hornos.

En ese marco, señaló que en la cocina había garrafas ubicadas junto a los hornos y que el regulador de una de ellas presentaba fallas, lo que —según indicó— generaba pérdidas de gas frecuentes.

El momento del incendio

La mujer relató que el día del siniestro se encontraba capacitando a un nuevo compañero cuando comenzaron los problemas con el suministro de gas. Según su versión, al intentar resolver la situación, una de las garrafas fue manipulada por un encargado mientras permanecía abierta, en un ambiente donde había un horno encendido, lo que habría provocado una explosión y el posterior incendio.

“Sentí que el cuerpo no me respondía, el pánico era total”, expresó en su testimonio, donde también describió el estado de shock que atravesó y cómo fue evacuada junto a otras personas que se encontraban en el lugar.

Después del siniestro

La ex empleada afirmó que no recibió asistencia posterior, ni médica ni laboral, y que no se dio aviso a ninguna ART. También sostuvo que perdió todas sus pertenencias personales durante el incendio, incluidos documentos, medicación, su teléfono celular —herramienta clave para su emprendimiento— y otros objetos de uso diario.

Indicó además que debió recibir atención psicológica en un CAPS y posteriormente en el Hospital San Juan Bautista, donde quedó registrada la intervención profesional por la crisis emocional sufrida.

Acciones posteriores

Según relató, al no figurar su testimonio en las primeras actuaciones, realizó una exposición policial y luego recurrió a un abogado para que su situación sea considerada en el marco de la causa.

“Me duele profundamente la situación de la familia, no busco perjudicarlos. Pero también me duele el destrato y sentir que mi vida y mi salud no fueron consideradas”, expresó.

«Mi jefa llegó veinte minutos después, me dió la opción de retirarme, calmarme, y volver a mi casa. Al preguntarle si debía quedarme a declarar, ella me responde que: “no era necesario”. Luego me comunicó que quedamos desempleados ‘ya que no había local'», señaló la joven.

«En el hecho perdí todas mis pertenencias, mi medicación para el asma, documentaciones, tarjetas, mi teléfono (Un Samsung S24FE que sigue pagando) que es mi fuente principal de trabajo, lentes, auriculares) y otros objetos indispensables para mi cuidado diario. No recibí asistencia de mi jefa en ningún momento ni se realizó ningún aviso a la ART».

Cabe aclarar que las afirmaciones vertidas corresponden al testimonio de la denunciante y que no existe, hasta ahora, una resolución judicial que determine responsabilidades sobre las circunstancias del incendio o las condiciones laborales mencionadas.

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