Para conservar un buen estado de salud, uno de los aspectos más relevantes es la alimentación equilibrada. Lo esencial es incorporar todos los nutrientes que el organismo necesita para desempeñarse correctamente. Asimismo, hay ciertos alimentos que poseen cualidades muy positivas para evitar el desarrollo de patologías.
Un claro ejemplo de ello son las Semillas de Chía, que ofrecen una amplia gama de ventajas para el bienestar general. Su ingesta es bastante sencilla y no demanda preparativos complejos. Sin embargo, es aconsejable consultar con un profesional de la salud para evitar posibles efectos adversos.
Los 10 beneficios de las semillas de chía
Las semillas de chía brindan múltiples ventajas, dentro de las cuales se destacan:
- La chía favorece la salud del sistema digestivo debido a su elevado aporte de fibra, que mejora el tránsito intestinal y ayuda a evitar el estreñimiento.
- Colabora en el mantenimiento de un peso adecuado, puesto que produce sensación de saciedad y regula la cantidad de calorías consumidas.
- Ayuda a la salud de los huesos por su contenido de calcio, fósforo y magnesio.
- Estabiliza los niveles de glucosa en sangre, ya que su fibra y ácidos grasos promueven una mejor respuesta ante los azúcares.
- Beneficia la salud del corazón, disminuyendo los lípidos, la inflamación y la presión arterial.
- Fortalece las defensas del organismo al suministrar compuestos con acción antiinflamatoria y antioxidante.
- Contribuye al funcionamiento cerebral gracias a su aporte de omega-3, que resulta favorable para el cerebro y el sistema nervioso.
- Posee propiedades antitumorales, debido a los antioxidantes que combaten el deterioro celular.
- Puede favorecer la salud de las articulaciones, reduciendo la inflamación a través de sus ácidos grasos.
- Y estimula una piel más saludable, protegiéndola del envejecimiento prematuro por la acción de sus componentes antioxidantes.
Recomendaciones para consumir semillas de chía
Para obtener sus beneficios sin inconvenientes digestivos, lo más adecuado es dejar las semillas en remojo antes de ingerirlas y acompañar su consumo con abundante agua. Si se las incorpora directamente en preparaciones secas, como la granola, pueden hincharse en el estómago y ocasionar molestias, especialmente si no se está habituado a un alto consumo de fibra. Además, comenzar con pequeñas cantidades e incrementar de manera progresiva ayuda a que el sistema digestivo se adapte.
Existen combinaciones que es preferible evitar o consumir con moderación: mezclar chía seca con granola o semillas de lino (ambas con alto contenido de fibra), combinarla con legumbres o verduras crudas de la familia de las crucíferas, o acompañarla con bebidas con gas; estas mezclas pueden provocar gases, distensión abdominal o una sensación de pesadez estomacal. En personas con sensibilidad intestinal o afecciones como diabetes, conviene prestar especial atención y consultar con un especialista.
Por último, se sugiere optar por verduras cocidas en lugar de crudas al combinarlas con chía, evitar bebidas azucaradas o carbonatadas y asegurarse de beber suficiente agua para contrarrestar el efecto de la fibra. Con estas precauciones, es posible disfrutar de las propiedades de la chía sin sufrir efectos no deseados.
