miércoles, 22 de octubre de 2025 16:00
La muerte de Natacha Jaitt sigue siendo una herida abierta para su familia. A más de cinco años de aquel trágico episodio, las tensiones entre su hermano Ulises Jaitt y su hijo Valentino Yospe volvieron a ocupar la escena mediática, esta vez con acusaciones cruzadas y declaraciones que profundizan el conflicto.
En los últimos días, Valentino Yospe sorprendió al señalar a su tío por presuntos episodios de violencia familiar. La denuncia generó un fuerte impacto, sobre todo porque Ulises Jaitt fue quien asumió el cuidado del joven tras la muerte de Natacha Jaitt, compartiendo el hogar que ambos mantenían junto a los hijos de la modelo.
Frente a estas acusaciones, Ulises Jaitt rompió el silencio en el programa A la Tarde, donde dio su versión de los hechos y lanzó una dura reflexión. “Nunca le pegué. Tuvimos discusiones, como cualquier familia, pero de ahí a esto hay un abismo. En cualquier momento va a decir que soy el autor del triple crimen”, ironizó.
El conductor sostuvo además que su sobrino busca visibilidad a través de un conflicto mediático. “Creo que quiere hacerse famoso y está utilizando esto como escenario. Es artista, y en cada nota muestra sus cuadros. Eligió el camino equivocado, porque su enemigo no soy yo: el enemigo es el asesino de su mamá”, afirmó.
Ulises Jaitt también expresó su tristeza por la distancia con su sobrino y por el quiebre del vínculo familiar. “Mi mamá me apoya, mis hermanos también. Mi sobrina no quiere hablar y yo lo tengo que respetar. El que se acerca a Valentino sale lastimado. No lo juzgo, pero no está bien. Me echó de la casa que era de mi hermana, me dejó en la calle con el perro. Yo me hice cargo de él, y así me paga”, lamentó.
Mientras tanto, Valentino Yospe mantiene firme su convicción de que Natacha Jaitt fue asesinada. “A mi mamá la mataron. No murió de casualidad ni por algo fortuito”, sostuvo en recientes declaraciones.
El joven aseguró incluso saber quién sería el principal sospechoso. “Lo sé por lo que me contaba Ulises. Él me transmitía todo”, reveló, dejando al descubierto un nuevo entramado de sospechas, contradicciones y heridas sin cerrar.
El caso, una vez más, reaviva el dolor de una familia dividida entre el duelo, las teorías y la búsqueda de una verdad que, con el paso del tiempo, parece volverse cada vez más inalcanzable.