miércoles, 15 de octubre de 2025 19:00
Las tensiones en el entorno de un reconocido periodista volvieron a encenderse luego de que decidiera alejarse del país en medio de una crisis familiar que sigue generando repercusiones. Lejos de mantener un bajo perfil por la situación judicial de Morena Rial, Jorge Rial eligió priorizar un viaje que despertó indignación en muchos sectores. La noticia de su partida atravesó rápidamente los medios y el debate no tardó en instalarse.
Morena Rial permanece detenida en el penal de Magdalena mientras espera que se concrete su prisión domiciliaria. En las últimas horas, trascendió que ya se aprobó el informe correspondiente a la propiedad en la que continuará cumpliendo su condena, lo que indica que la transición podría efectuarse en breve. A pesar de este momento definitorio, Jorge Rial decidió no acompañarla en estas instancias clave.
Con motivo del tercer aniversario de su relación sentimental, Jorge Rial viajó a Europa junto a su pareja, la escritora María del Mar Ramón. El destino elegido fue Florencia, Italia, una ciudad que ambos disfrutan por su historia, su paisaje y su estilo de vida pausado. La pareja mantiene un perfil reservado, por lo que sus apariciones conjuntas son escasas, aunque algunas imágenes ya circularon.
Desde un programa de espectáculos se difundieron las primeras postales del viaje, donde se los ve paseando relajados y ajenos al revuelo mediático. En sus redes sociales, él compartió algunas imágenes personales, pero evitó mostrarla a ella directamente, manteniendo la discreción que los caracteriza. Esto no impidió que sus publicaciones despertaran reacciones de todo tipo.
Una de las frases que eligió para describir el momento generó todavía más comentarios. “Recargando energía para lo que se viene”, escribió en una imagen donde aparece con los ojos cerrados y el sol italiano sobre su rostro. La expresión fue interpretada por algunos como una falta de empatía frente a la delicada situación que atraviesa su hija.
El periodista también mostró que, durante su estadía, aprovechó para realizar paseos en bicicleta por el campo y disfrutar del entorno natural. En otra publicación destacó su clásico ritual: un habano en la mano y un comentario relajado. “Siempre hay tiempo para un toscano”, comentó, sin hacer alusión a los problemas que lo esperan a su regreso.
Las críticas no tardaron en aparecer. Muchos consideran que eligió escapar del conflicto en vez de acompañar a su hija en una de las etapas más difíciles de su vida. Otros creen que intenta tomar distancia para enfrentar con más claridad lo que resta del proceso. Lo cierto es que su decisión volvió a encender una polémica que parecía no tener descanso.
Mientras su entorno guarda silencio y el debate crece, ella permanece a la espera de novedades concretas sobre su arresto domiciliario. El contraste entre su realidad y el viaje europeo de su padre alimenta el desconcierto y deja en evidencia, una vez más, la compleja relación que ambos mantienen desde hace años.