El doble femicidio ocurrido en Córdoba, que tuvo como víctimas a Luna Yardina (24) y su madre, Mariel Samudio, continúa generando repercusiones en el ámbito judicial. Pablo Laurta, principal sospechoso, fue detenido luego de huir tras los hechos, mientras que su hijo de 5 años, fruto de su relación con Luna, fue rescatado sano y salvo.
El abogado penalista José Manuel Fiz Chapero, quien recibió comunicación directa de Laurta, relató cómo se produjo el contacto con el imputado. “Él se comunicó a finales de mayo mediante correo electrónico y luego por teléfono. Me hacía relatos sorpresivamente inconducentes que no se sostenían por sí mismos”, explicó.
Según Chapero, Laurta afirmó haber radicado una denuncia contra su exsuegra por supuestos abusos sufridos por Luna cuando era niña, pero nunca pudo aportar un número de expediente ni demostrar la veracidad de sus dichos. “Él mezclaba distintas situaciones, como la supuesta usurpación de terrenos por parte de su exsuegra y exigencias de dinero”, detalló el abogado, quien finalmente decidió concluir la relación profesional.
El letrado también se refirió a la ideología del acusado y su vínculo con grupos como Varones Unidos. Señaló que observó mensajes con discursos de odio hacia las mujeres: “Entré a un grupo de WhatsApp por cinco minutos y vi que despotricaban contra cualquier mujer. Por eso me salí inmediatamente”. Aclaró además que no identificó la participación de figuras públicas asociadas al feminismo extremo, tal como habían sugerido algunos medios.
Sobre la estrategia de defensa, Chapero consideró: “Yo siempre digo vulgarmente: el que te miente en una, te miente en cinco. No pudo precisar nunca la existencia de la denuncia. La defensa debería centrarse en una eventual inimputabilidad, evaluando su estado mental al momento de los hechos, pero es prácticamente seguro que se le impondrá prisión perpetua”.
En cuanto al resguardo del niño, el abogado informó que la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) intervino en el caso y que el menor será entregado a un familiar cercano, descartando que quede bajo la tutela de la madre de Laurta. “El bienestar de la criatura es lo fundamental, entendiendo que presenció los hechos y tiene una afección del espectro autista”, puntualizó.
Finalmente, Chapero se refirió a las posibles conexiones de Laurta con otros delitos, como la muerte del chofer Martín Sebastián Palacios, hallado sin vida en las últimas horas, y el incendio de una iglesia evangélica. Explicó que estos hechos podrían ser considerados en términos de inimputabilidad, aunque las agravantes del doble femicidio ya configuran la prisión perpetua prevista en el artículo 80 del Código Penal.
“El imputado es prácticamente imputable, planeó y ejecutó los hechos. La defensa no puede discutir la autoría, pero al menos debe garantizar que se respeten sus derechos y el debido proceso”, concluyó Fiz Chapero.