domingo, 5 de octubre de 2025 17:20
La 51° edición de la Peregrinación Juvenil hacia la Basílica de la Virgen de Luján reunió este sábado a miles de fieles, quienes caminaron durante horas impulsados por la fe y el deseo de llegar al santuario mariano más convocante del país. Bajo el lema de este año, “Madre, danos amor para caminar con esperanza”, los peregrinos experimentaron una combinación de oración, esfuerzo físico y encuentro comunitario.
El recorrido, que comprende aproximadamente 60 kilómetros, estuvo acompañado de un fuerte operativo de seguridad y asistencia sanitaria. Los organizadores enfatizaron la importancia de que cada caminante llegara preparado con ropa adecuada, hidratación suficiente y paciencia, ya que la masividad del evento hace que la travesía sea tan desafiante como emotiva.
Mensaje del arzobispo:
Durante el inicio de la peregrinación, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, hizo referencia al triple femicidio ocurrido en Florencio Varela, vinculando estos casos a la ausencia del Estado en los barrios. “Lo que ha sucedido es desgraciadamente la expresión de todo un submundo ligado a drogas, violencia y comercio de armas que indudablemente sale a la luz con hechos tan desgraciados como este», declaró García Cuerva.
Un fiel cuenta su experiencia:
“Bueno, es la segunda vez que voy, la primera fue en 2016 desde Moreno, esta vez salí desde San Miguel a las 9 de la mañana. Caminé exactamente 12 horas, llegué a las 23.00 a la puerta de la Basílica de Luján. Fue un reto enorme: durante las últimas 3 horas sentía que no tenía más fuerzas, pero siempre algún amigo o desconocido te daba palabras de aliento.
Había puestos sanitarios con bananas, naranjas y agua para hidratarse y refrescarse, porque la temperatura llegó a los 29 grados. Gente desde sus casas mojaba a los peregrinos con mangueras y otros con carteles motivaban a seguir: ‘Tus pies duelen, pero tu alma sana’, ‘Recordá por qué empezaste’, ‘Ya casi llegas, Mamá te está esperando’.
Caminar en comunidad es una experiencia única: cuando uno no tiene fuerzas, los demás te animan y viceversa. Se rezaba un rosario y se sumaban desconocidos; o compartías canciones y cánticos con otros peregrinos. Te perdés de tus amigos, encontrás a otros más atrás y luego los vuelves a cruzar. Y atrás de todo eso están Jesús y María, acompañándote, dándote fuerzas y recordándote que estás haciendo bien.
Caminar 12 horas es un desafío físico enorme, y mantener la fe durante todo el recorrido no es sencillo. Pero de la mano de Mamá María, protegidos bajo su manto, podemos lograr cosas increíbles”.
Misa de cierre:
Hoy, domingo, se celebra la misa de cierre de la Peregrinación. A pesar de la lluvia durante la caminata, los corazones de los peregrinos nunca se apagaron. En la ceremonia, se renovará la esperanza y el compromiso: “Necesitamos de tu amor de Madre, ese amor que cura, que no juzga, que nos levanta y nos anima en la esperanza”. Con estas palabras, los fieles agradecerán por la fuerza recibida y la oportunidad de vivir, un año más, esta experiencia de fe y comunidad.