La localidad de Fiambalá enfrenta una situación crítica luego de que se secara el pozo de la planta potabilizadora del barrio Pampa Blanca, donde las bombas dejaron de extraer agua a una profundidad de 150 metros.
De acuerdo con la información confirmada por técnicos que trabajaron en las últimas 48 horas, la perforación salió de servicio y el diagnóstico fue categórico: “se secaron las napas”.
La emergencia fue detectada tras los intentos de los operarios de restituir el servicio, sin éxito, y ahora se espera que las autoridades locales y provinciales definan medidas de contingencia para garantizar el suministro a los vecinos.