miércoles, 24 de septiembre de 2025 10:57
Sabrina Estévez, madre de Javier Alejandro Espeche (26), denunció públicamente a la obra social Bramed, cuya sede central en Catamarca funciona en la esquina de Colón y Güemes, por haber derivado a su hijo en dos oportunidades a sanatorios de menor complejidad en Tucumán, lo que agravó su delicado estado de salud.
Javier se encuentra en un estado de mínima conciencia, producto de un grave siniestro vial de hace ocho años que lo dejó con secuelas neurológicas permanentes. Desde entonces, requiere cuidados médicos permanentes y una cobertura de alta complejidad que su madre asegura que Bramed no le garantiza.
“Lo llevaron a un sanatorio cerrado por denuncias”
En diálogo con ElEsquiu.com, Estévez contó que en julio su hijo fue trasladado al Sanatorio Marcos Paz, donde debía colocársele una válvula de derivación por un cuadro de hidrocefalia. Aunque la cirugía salió bien, relató que el postoperatorio fue un calvario:
“Mi hijo empezó a descompensarse y descubrí que quienes lo atendían no eran especialistas, sino paramédicos. Ese sanatorio, que antes se llamaba Luz Médica, había sido cerrado por denuncias y por la presencia de Legionella, una bacteria mortal. Fue desesperante, tuve que asistir yo misma a mi hijo para salvarle la vida”.
Tras ese episodio, pidió su traslado y Javier continuó con tratamiento en otra clínica, pero semanas después volvió a sufrir complicaciones.
Segunda derivación cuestionada
Según la denuncia, Bramed volvió a derivar al joven a un centro inadecuado: el Sanatorio Sarmiento. Allí, afirma, los propios médicos le reconocieron que el lugar “no era apto” para un paciente con la complejidad de su hijo.
“Hasta el kiosquero de la esquina me dijo que saque a mi hijo de ahí porque ese sanatorio tiene muy malas referencias. Yo no quiero que mi hijo siga deteriorándose. Necesita otra atención, de alta complejidad, no esto”, remarcó.
“A la obra social no le conviene un paciente caro”
Estévez apuntó contra la conducción de la obra social: “Lo que ellos buscan es el deterioro, porque mi hijo es un paciente caro para Bramed. Les conviene que fallezca. Yo no tengo miedo de denunciarlo porque la verdad está de mi lado: solo quiero llevarme a mi hijo a casa con vida”.
Finalmente, mencionó como responsables a Carolina Rebagliati, gerente de la obra social, y al auditor Palavecino, a quien acusó de haber dispuesto las derivaciones cuestionadas.