El 17° Coloquio Industrial de la Unión Industrial del Córdoba (UIC) fue el escenario que la entidad madre, la UIA, eligió para celebrar su día. Fue una reunión sin anuncios oficiales, con los dirigentes fabriles haciendo equilibrio entre el elogio a la estabilización de la “macro” y el reclamo por la apertura importadora y la presión impositiva.
Desde el Gobierno nacional, el Jefe de Gabinete Guillermo Francos se limitó a atajar las críticas, sin ningún anuncio o nueva medida para formular. Los gobernantes locales buscaron marcar la diferencia: el gobernador Martín Llaryora anunció un futuro “régimen simplificado de promoción industrial” para el cual prometió que la provincia no cobrará el impuesto a los Ingresos Brutos “cuando la facturación de la empresa que se radique como industria cordobesa sea menor a los 3.200 millones de pesos”. El intendente cordobés, Daniel Passerini, también prometió por el lado impositivo: “Vamos a hacer rebajas en las alícuotas de los nuevos proyectos y estamos avanzando con obras de reforzamiento de la infraestructura”, dijo.
Francos había defendido que la eliminación del impuesto PAIS de fines del año pasado había generado un perjuicio fiscal sólo a la Nación «sin afectar a las provincias». Llaryora lo chicaneó: «¿Y qué pasa con la parte del Impuesto a los Combustibles que iba destinada a que las provincias mejoremos la infraestructura?«.
A Francos el contrapunto con Llaryora no le gustó y no lo ocultó. Arriba del escenario se habían dirigido el uno al otro de manera cortés, pero al bajar Francos le dedicó un frío saludo y se retiró velozmente.
Los integrantes del equipo económico que asistieron, Pablo Lavigne y Daniela Ramos, sostuvieron encuentros en privado con directivos de diferentes sectores, con automotrices y autopartistas en la primera línea. Francos, en su discurso, pidió un aplauso para Lavigne: “Es una de las joyas que tenemos en el Gobierno nacional, que trata con cada uno de los empresarios y busca equilibrio entre comercio, producción y los argentinos. Y trata de defender la industria nacional frente a este cambio en el mundo impulsado por los Estados unido. Cada semana, Lavigne viaja a Estados Unidos para defender los intereses de los empresarios argentinos”, subrayó Francos.
Luis Pagani, hoy ex presidente de Arcor, fue el empresario más buscado junto a Roberto Urquía (AGD). También Pablo Sibilla (Renault) y Daniel Herrero (Mercedes Benz-Prestige), quien contó que hoy en la planta de La Matanza tienen el menor ausentismo histórico. «Eso sucede cuando hay interés en los proyectos», dijo.
Entre los empresarios automotores en este momento uno de los temas es cómo insertarse en el régimen RIGI sin por ello quedar “colgados del pincel” con dos identidades empresarias distintas (el proyecto RIGI exige tener un CUIT aparte) y la posibilidad de que terminen perdiendo plata por el lado de los pagos de IVA que van como créditos y que no podrían descargar en la venta de nuevos modelos electrificados.
Pero una fuente oficial los cruzó de manera tajante: “El RIGI no fue diseñado para las automotrices, que entraron al régimen a último momento. Para entrar al régimen tienen que armar una empresa específica. Y seguramente las ganancias de entrar al régimen les compensará las incertidumbres”.