martes, 5 de agosto de 2025 18:00
A una semana de la trágica muerte de Mila Yankelevich, el caso dio un giro inesperado que podría cambiar el rumbo de la investigación. La joven, nieta de figuras reconocidas del mundo del espectáculo, perdió la vida tras una colisión entre su velero y una barcaza. Sin embargo, un nuevo dato revelado por el periodista Martín Candalaft sembró aún más dolor e indignación.
Durante su participación en el programa Bondi Live, Candalaft aseguró que el operador del remolcador que empujaba la barcaza no contaba con la licencia correspondiente para maniobrar ese tipo de embarcación. «El capitán no tenía licencia para conducir naves de ese tamaño», aseguró el periodista, dejando en evidencia una grave falla en los controles de navegación fluvial.
El dato escalofriante no termina allí. Según explicó Candalaft, hay una normativa que no exige licencia para manejar remolcadores de menos de 26 pies (unos 7,9 metros), pero en este caso, la barcaza medía 60 pies, es decir más del doble. El velero de Mila Yankelevich, en tanto, tenía 17 pies. Por lo tanto, no sólo era necesaria una habilitación específica, sino que el exceso de tamaño pone en jaque a los responsables del transporte.
Otro punto clave que reveló el periodista es la carga que llevaba la barcaza: no se trataba de basura como se especuló en un primer momento, sino de materiales de construcción y una grúa. Precisamente, se cree que la grúa ubicada en la parte delantera habría obstruido la visibilidad del operador, impidiéndole ver al velero con el que finalmente colisionó.
Además, testigos presenciales brindaron testimonios claves que agravan aún más la situación. Dos obreros dijeron no haber escuchado ninguna señal de advertencia sonora desde la barcaza. Otros afirmaron que un tripulante habría alertado sobre la cercanía del velero, pero que el conductor no realizó ninguna maniobra para evitar el impacto.
En paralelo, fuentes judiciales ya evalúan si podría caber una imputación por negligencia o incluso por homicidio culposo. Las pericias técnicas sobre la embarcación y los registros de navegación serán claves para determinar si existieron incumplimientos graves por parte de la empresa o de sus operarios.
Este nuevo panorama abre interrogantes sobre los controles en la navegación, el rol de las autoridades y las responsabilidades de la empresa a cargo del remolcador. Mientras tanto, la familia de Mila Yankelevich sigue atravesando un duelo irreparable, con la esperanza de que la justicia esclarezca lo ocurrido y se eviten futuras tragedias similares.
Con este dato revelado, la investigación entra en una etapa más compleja. Ya no se trata solo de una fatalidad, sino de una posible cadena de negligencias que terminaron con una vida joven e inocente.