miércoles, 30 de julio de 2025 16:00
Los días finales de Alejandra “Locomotora” Oliveras dejaron una huella imborrable entre quienes la rodearon hasta el último suspiro. Su estado de salud, que venía complicándose desde hacía semanas tras sufrir un ACV, desembocó en una situación límite que mantuvo en vilo a todo un entorno que no encontraba consuelo.
Desde el Hospital Cullen de Santa Fe, se conocieron detalles que describen con crudeza cómo fueron esas últimas horas. Bajo estricta vigilancia médica, la ex boxeadora presentó leves respuestas neurológicas, aunque nunca recuperó por completo la conciencia, según explicó el doctor Néstor Carrizo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva.
Para la familia de Alejandra “Locomotora” Oliveras, la despedida fue tan necesaria como dolorosa. Pese a la gravedad de su cuadro, pudieron compartir un último momento, aunque no presenciaron el instante final. Carrizo detalló que la paciente se encontraba en estado muy crítico, con mínimas reacciones que mantenían viva una esperanza imposible.
El relato del profesional revela que, a pesar de la falta de lucidez plena, hubo instantes en los que se registraron movimientos oculares y respuestas motoras. Cada pequeño signo era recibido con una mezcla de alivio y tristeza por parte de quienes aguardaban fuera de la habitación.
La partida de Alejandra “Locomotora” Oliveras dejó preguntas sin resolver y una profunda conmoción entre familiares, colegas y fanáticos. De hecho, la Justicia intervino para detener la cremación y continuar investigando las circunstancias que rodearon su deceso, generando aún más incertidumbre en medio de tanto dolor.
Mientras tanto, la comunidad se acercó para rendir homenaje. Sus restos fueron llevados a la Legislatura Provincial de Santa Fe, donde cientos de vecinos, conocidos y amigos se reunieron para despedirla con respeto y gratitud por todo lo que significó para el boxeo argentino.
El ambiente deportivo, por su parte, también expresó su dolor con sentidos mensajes de despedida y reconocimiento. Compañeros de profesión, entrenadores y fanáticos recordaron anécdotas y hazañas que la consagraron como una referente indiscutida. Cada palabra refleja la admiración que supo cosechar a lo largo de una carrera marcada por la entrega y el coraje.
Hoy su historia queda grabada como símbolo de lucha y pasión. El legado de Alejandra “Locomotora” Oliveras seguirá presente en cada persona que encuentre inspiración en sus logros y en la fortaleza que demostró dentro y fuera del ring. La imagen de su familia, firme hasta el final, resume el amor y la entrega que marcaron una vida que se apagó, pero no se olvida.