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Escándalo en Salta

Antes de ser incinerada se realizó una pericia de campo que dio negativa. Investigan una fuerte interna en la Policía.

Insólito. Cambiaron la droga por ladrillos o paquetes con plastilina. 

El fiscal federal Marcos César Romero está frente a un misterio al mejor estilo Agatha Christie, solo que, en este caso, no hay un homicidio que esclarecer, sino la escandalosa desaparición de 3 kilos de cocaína que dejó a 11 agentes de la Policía de Salta bajo sospecha. La clave está en el acceso al lugar en el que se resguardaban los estupefacientes, en la Dirección de Drogas Complejas (DICOM) de la fuerza de seguridad provincial en Orán.

Los responsables del robo de la cocaína cambiaron los ladrillos reales por unos similares con una sustancia aún no identificada. Así pensaban engañar los controles y esperaban que todo rastro del ilícito se borrara con la incineración a la que estaban destinados los paquetes con el polvo blanco. Pero el plan falló en el último instante, frente al horno que eliminaría las pruebas de la maniobra.

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Todo comenzó la mañana del 27 de junio pasado, cuando un inspector de la División Antidrogas de la PFA en Orán, secundado por un subinspector, se trasladó a la empresa INZA (Industria Zapla), ubicada en la calle Martijena de la ciudad de Palpalá, en Jujuy, donde se había trasladado un lote de cocaína y marihuana de dos toneladas para su destrucción. En el lugar, se encontraba personal de Policía de la Provincia de Salta, perteneciente a la Dirección General de Drogas Peligrosas y de la División de Investigaciones Complejas contra la Narcocriminalidad de Orán.

Frente a testigos, los agentes procedieron, en primer lugar, a extraer de una caja de cartón cerrada, con su respectiva cadena de custodia: tres ladrillos forrados con cinta de embalar transparente, luego realizaron el pesaje de cada uno de ellos. Por último, se ejecutó la prueba de narcotest con reactivos de Gendarmería, debido a que los salteños no contaban, ese día, con uno propio. Fue en este momento en el que llegó la sorpresa y el desconcierto: el resultado fue negativo.

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