jueves, 24 de julio de 2025 12:29
Micaela habla con la fuerza de quien no elige callar más. Fue abusada por su padre desde los seis hasta los 19 años. Lo denunció. Luchó ocho años. Y aunque la Justicia lo declaró culpable, el fallo del juez Jorge Palacios lo condenó por «abuso sexual simple«, permitiendo que el hombre —aún hoy— siga libre cumpliendo prisión en suspenso.
«Fue declarado culpable. Esto está probado. Pero la Justicia no actuó como corresponde«, dijo Micaela en una entrevista con El Esquiú Play. La sentencia fue dictada poco antes del receso judicial de invierno, sin dar lugar al agravante por el vínculo ni por el rol de guarda que tenía el acusado como padre.
El golpe emocional fue devastador. “Estoy completamente deshecha y asustada. No puedo explicar el miedo que siento. Pero tengo toda la rabia, y eso me hace seguir”, asegura. Micaela no solo denuncia la liviandad del fallo, sino también el riesgo que corre su hermana menor, de 12 años, quien continúa bajo la tutela del abusador.
Desde hace años, Micaela no puede asentarse en ningún lugar. Se muda constantemente para evitar ser encontrada. Vive con miedo. Y aunque existe una perimetral, lo dice claro: “Es solo un papel”.
También denuncia que su hermana mayor, quien convive con el condenado y su hija menor, declaró en contra suyo y la acusó falsamente de haber denunciado a otras personas. “Eso no es cierto. El único que tiene una denuncia mía es mi progenitor. Y fue declarado culpable”.
Para ella, contar lo vivido no es una catarsis ni una liberación, es una estrategia de resistencia: “Sí, es doloroso. Pero lo hago por mí, por mi lucha. Y por ella. Porque es mi hermana y no podría jamás dejarla sola en esto”.
Marchas, abrazos y un pedido que no se detiene
Este viernes habrá una nueva movilización frente a Fiscalía General, en la exmanzana del Turismo. Se realizará un “cartelazo” y un abrazo simbólico en pedido de justicia. “Así seamos dos, vamos a estar ahí. Yo no luché ocho años y sufrí 14 para que no se haga nada. No lo voy a permitir”.
La apelación al fallo se presentará apenas finalice la feria judicial. Micaela confía en su abogada, Astrid Acuña, y en que la justicia reaccione. Mientras tanto, se apoya en su entorno, en su rabia, y en la visibilidad: “Aunque sea que lo hablen con un vecino. Que en Catamarca se sepa que hay un abusador y pedófilo suelto. Y que la Justicia no es justa”.