jueves, 24 de julio de 2025 18:00
Detrás de la imagen de seguridad y simpatía que muestra en la televisión, Sol Pérez sorprendió a todos al abrir su corazón y relatar un episodio muy delicado de su relación con Guido Mazzoni, hoy su esposo. La panelista y conductora reveló detalles desconocidos que dejan ver que su historia de amor no siempre fue sencilla.
En una entrevista íntima, Sol Pérez confesó que su personalidad explosiva fue uno de los primeros obstáculos que debieron sortear como pareja. Según contó, durante la convivencia inicial, las discusiones subían de tono rápidamente y sus reacciones eran difíciles de manejar. Incluso, Guido Mazzoni llegó a sugerirle que hiciera terapia para poder encauzar sus emociones.
“Siempre fui gritona, impulsiva y, cuando me enojaba, decía lo primero que se me pasaba por la cabeza para herir al otro”, confesó Sol Pérez, admitiendo que muchas veces utilizaba palabras hirientes solo para ver sufrir a su pareja. Sin embargo, reconoció que apenas pasaba el enojo, ella misma buscaba recomponer la situación como si nada hubiera ocurrido.
Pero el punto más tenso llegó cuando Sol, consumida por los celos y la desconfianza, decidió revisar el celular de Guido. Lejos de negarse, él accedió, pero puso una condición que marcó un antes y un después: “Te dejo que lo mires, pero será la última vez que me veas la cara”, le advirtió. La advertencia se cumplió: tras revisar el teléfono y no encontrar nada, él la bloqueó y cortó todo contacto.
La ex chica del clima relató que, desesperada por recuperar la relación, lo buscó por todos los medios posibles. Ni siquiera dudó en utilizar el celular de su madre para enviarle mensajes. En ese momento, Sol Pérez entendió que debía cambiar su forma de actuar si no quería perder al hombre que consideraba el amor de su vida.
Con el tiempo y mucha autocrítica, Sol Pérez logró encauzar su carácter y trabajar en sus inseguridades. Hoy, ya casada con Guido Mazzoni, reconoce que esas crisis la ayudaron a crecer como persona y fortalecer la relación. Según dijo, sin ese quiebre, no hubieran llegado tan sólidos al altar.
Actualmente, Sol y Guido Mazzoni disfrutan de su matrimonio con proyectos en común y sueños compartidos. Él la acompaña en cada paso de su carrera y ella lo respalda en sus emprendimientos, demostrando que aprendieron a apoyarse mutuamente después de superar su peor momento.
Lejos de avergonzarse, Sol Pérez elige contar esta parte de su historia para mostrar que detrás de toda pareja feliz hay peleas, tropiezos y reconciliaciones. Para ella, el secreto estuvo en reconocer sus errores y enfrentarlos. Y aunque asegura que sigue trabajando en su carácter, hoy se siente orgullosa de lo que construyeron juntos.