La Gendarmería Nacional Argentina (GNA) dio un golpe el último sábado en la localidad de Las Juntas, en el departamento Belén. Secuestró unos 310 kilogramos de cocaína. La droga estaba acumulada en un taller mecánico de la zona. El total de la sustancia secuestrada está valuada en $4.650.000.000, o su equivalente de US$ 3 millones y medio, de acuerdo con la información a la que accedió El Ancasti.
Tras los allanamientos que realizó la fuerza de seguridad nacional el último sábado, se detuvo a personas oriundas de las provincias de Salta y Jujuy, quienes quedaron ligadas a la causa que está siendo investigada por la Justicia Federal. Pero, además, se supo que un hombre se habría dado a la fuga al momento en que se desarrollaban los procedimientos.
Según las primeras informaciones, estaba previsto que ese cargamento de cocaína sea enviado a Buenos Aires. Había llegado desde el extranjero e ingresó a Catamarca a través de Salta y Jujuy. Hasta el cierre de esta edición se desconocía si la droga tenía algún sello. El secuestro de la cocaína generó un fuerte impacto en la comunidad debido a la cantidad incautada por GNA. En agosto del año pasado, la Policía había realizado un procedimiento en el que se secuestró más de 54 kilos de cocaína.
Dos hombres y una mujer oriundos de Salta, que circulaban en una ambulancia de aquella provincia simulando el traslado de un paciente en estado delicado a una clínica privada de esa capital, fueron detenidos en el puesto caminero de Valle Viejo, con más de 54 kilos de cocaína de máxima pureza.
El procedimiento fue realizado por personal de la Policía y de la Agencia Nacional de Seguridad Vial que efectuaba controles vehiculares y de identificación de personas sobre la ruta nacional 38. Según se informó, al entrevistar a los ocupantes del rodado los agentes detectaron actitudes sospechosas, ya que respondieron las preguntas de los policías con frases confusas y contradictorias, inclusive cuando debieron comentar las afecciones del presunto enfermo. De inmediato los policías ingresaron los nombres de los sospechosos al Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (SIFCOP) y detectaron que uno de ellos tenía prohibición de salir de Salta, emitida por la Justicia salteña.
Ante la novedad se dio intervención al grupo de tareas preventivas de Drogas Peligrosas de la Policía y se revisó toda la ambulancia. Mientras realizaban la pesquisa, canes antinarcóticos detectaron la droga, que estaba acondicionada en paquetes o «ladrillos» compactados ocultos en la parte superior de la cabina. Se pudo conocer que para sortear el puesto caminero de La Viña encendieron la baliza simulando una emergencia y así lograron pasar.
Para confirmar las patologías del presunto enfermo se convocó a médicos del SAME y tras una serie de revisaciones se verificó que no padecía problemas de salud que ameriten y justifiquen el traslado. Algunas bandas de narcotraficantes utilizan sellos sobre la propia cocaína o pegados como stickers infantiles. Representan «la marca» de ese envío, el sello del clan narco que los fabrica o los embala o los mueve por el mundo. En Colombia o Bolivia, por caso, durante años se ha seguido el rastro de los clanes a partir de estos logos, pero lo cierto es que las organizaciones aprendieron a distraer a sus perseguidores, con ingenio y variedad.