Sin la presencia de Ezequiel Atauche, la oposición logró activar la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado para dictaminar los tres proyectos con media sanción que serán llevados al recinto en los próximos días: la actualización por ley de los haberes jubilatorios; la prórroga de la moratoria previsional; y la declaración de emergencia en discapacidad hasta el 31 de diciembre del 2026.
El presidente provisional de la Cámara alta, Bartolomé Abdala, se hizo presente en la reunión realizada en el Salón Arturo Illia y reiteró en más de una oportunidad que la oposición “hizo una auto convocatoria”. Después insistió en que la reunión “carece de la formalidad necesaria”. Antes, había anunciado que fue convocado el plenario para despachar para el próximo 15 de julio.
Con el acompañamiento de dos senadores radicales y una del Pro, Anabel Fernández Sagasti aclaró que “la última interpretación del reglamento la hace la mayoría del Senado y acá estamos presentes, y si no la vamos a hacer en el recinto”. Acto seguido, anticipó un pedido de sesión especial para el próximo jueves 10 de julio, donde el temario incluirá los tres proyectos despachados.
Con la presencia del secretario parlamentario Agustín Giustinian, Fernando Salino -en su rol de vicepresidente-, Mariano Recalde, María Teresa González, Juan Manzur, Carlos Linares, Eduardo “Wado” de Pedro y Fernando Rejal de Unión por la Patria; Martín Lousteau y Pablo Blanco del radicalismo (llegó con la reunión comenzada); y Guadalupe Tagliaferri del Pro fueron quienes avalaron los tres dictámenes.
Un intenso debate
El jefe del interbloque opositor, José Mayans, fue el primero en tomar la palabra y cargó contra el jefe de bancada oficialista, presidente de Presupuesto y Hacienda: “Se cree el dueño del Senado, y la invitación se la mandamos al presidente y a la presidenta del Senado para que nadie mire para otro lado”. En otro momento, aseveró que “trascendió que estuvo apretando a secretarios para no hacer la reunión”.
Tanto los legisladores de Unión por la Patria como los dialoguistas presentes elevaron un reclamo contra las autoridades de la Cámara alta por la ausencia de la transmisión oficial. “Este es el canal de Senado, no un canal de partidario”, aseveró el senador fueguino Pablo Blanco. Luego, cargó contra Atauche y señaló que “hace una hora me dijo que iba a venir a fijar fecha, pero no cumplió con su compromiso”.
En virtud de la validez del encuentro, Martín Lousteau remarcó que “está claro que un senador (en referencia al jujeño) no puede contra una mayoría decir qué se hace y qué no se hace”. Y cuestionó: “Convocó a las reuniones después de que todos estuviéramos acá”. Minutos antes, Abdala se hacía presente en el Salón -con la intención de desactivar la reunión- anunciado la convocatoria a asesores para el 8 y a plenario para el 15 de julio.
En un extremo de la primera fila, el senador puntano, en soledad, insistía con que “no se han cumplido las formalidades en tiempo y forma de convocatoria a la reunión, y por eso no vino Senado TV”. Y nuevamente, repitió: “Es la primera vez que ocurre que llaman de un día para el otro”.
Del otro extremo, la senadora nacional Juliana di Tullio, acompañada por sus pares de interbloque, aclaró que “la reunión fue pedida por diez senadores de la Nación”. En otro momento, advirtió que “no hay antecedentes de una administración del Ejecutivo que tenga tanto apego por cerrar el Senado de la Nación”, y respaldó a la reunión en cuestión: “Hicimos un ejercicio político”.
Luego de varios idas y vueltas, la senadora porteña Guadalupe Tagliaferri tomó el micrófono y afirmó: “Presentamos con 48 horas el pedido de plenaria -al término de la reunión que presidió Carmen Álvarez Rivero el martes pasado-”, y ratificó que “el plazo está cumplido”.
En el final, Fernando Salino, en su rol de autoridad circunstancial de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, arengó que “no nos vamos a dejar trampear en el recinto porque esto fue reglamentario y tuvimos quórum e hicimos las cosas de buena fe”. “Todos sabían de esta reunión”, concluyó.
Por último, los diez senadores nacionales presentes firmaron el despacho de las tres iniciativas y se dio por finalizada la reunión. En caso de que el oficialismo considere que la moción de esta jornada no fue válida, desde Unión por la Patria apelarán a la decisión del pleno en el recinto. Dicho sea de paso, de tener a los 34 legisladores del interbloque y a los 3 firmantes del dictamen, el quórum estaría garantizado.