lunes, 30 junio, 2025
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Demagogia creativa

Por la senda del ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, que popularizó los arcanos de la “contabilidad creativa”, el intendente de Pomán, Francisco Gordillo, comienza a divulgar el concepto de “demagogia creativa”. La batalla cultural ofrece este tipo de prometedoras novedades. Con 26 años al frente de la Municipalidad de Pomán, a Gordillo podrá cuestionársele cualquier cosa menos la experiencia. Que no pudiera proyectar sus conocimientos a nivel provincial cuando ocupó los ministerios de Educación, Gobierno y Desarrollo Social obedeció sin dudas al conservadurismo de mandatarios refractarios a las decisiones audaces.

El aumento salarial del 10% en dos cuotas que acaba de anunciar para regocijo de los municipales pomanistos confirma la miopía de unas autoridades provinciales incapaces de reconocer los méritos de la imaginación administrativa. No se entiende cómo es que al gobernador Raúl Jalil no se le ocurrió aplicar dispositivos similares a los de Gordillo para sortear la presión de sindicalistas y autoconvocados y evitarle a sus funcionarios las por lo general ingratas paritarias. El intendente otorgó el incremento sin demasiadas milongas “supeditado a la disponibilidad de fondos con los que cuente el municipio al momento de hacer efectivo” el pago. Solo puede cuestionársele la mezquindad. Si el pago del aumento depende “de la disponibilidad de fondos”, ¿por qué limitarlo a un 10%? ¿Por qué no 80, 100, 200%?

Acaso tema Gordillo que se desencadene en Pomán una fiebre de consumo al fiado.

La primera cuota del incremento, del 6%, se pagará en la segunda quincena de julio. El resto con los sueldos de agosto. El decreto no explica qué ocurrirá si, llegado el caso, la Municipalidad carece de los fondos disponibles para abonarlo: se trata entonces de un aumento “a pillar”. Sin embargo, los representantes sindicales del resto de los municipios de la Provincia tomaron ya debida nota de la generosidad pomanista para poner el 10% como referencia de sus propias tratativas. Si Gordillo puede, han de poder todos. El municipio pomanisto se encargó de aclarar que el incremento “se enmarca en las posibilidades financieras y presupuestarias, con el acompañamiento del Gobierno provincial”.

El intendente de Pomán, Francisco Gordillo, instrumentó el novedoso concepto de aumento salarial «a pillar». Un ejemplo de inventiva. El intendente de Pomán, Francisco Gordillo, instrumentó el novedoso concepto de aumento salarial «a pillar». Un ejemplo de inventiva.

Una verdadera delicia preventiva. Al relacionar el lord mayor su margen financiero y presupuestario para la mejora salarial con “el acompañamiento del Gobierno provincial”, allana el terreno para excusarse en la interrupción de tal acompañamiento si en el futuro los fondos disponibles no le alcanzan. En este sentido, está el antecedente del emprendimiento municipal “Agroindustria Pomán”, financiado con créditos de la Provincia puntualmente bicicleteados o abonados con aceitunas por falta de fondos disponibles.

Cuánto para aprender. Por algo Gordillo fue docente antes de iniciar su prolongada carrera política. El mismísimo “Toto” Caputo de la “contabilidad creativa” podría echar mano a la idea de Gordillo y supeditar los pagos al FMI y los bonistas a la “disponibilidad de fondos” nacionales. Y así, todos serán tan felices como lo son en estos momentos los empleados municipales de Pomán gastando a cuenta.

El concepto del aumento “a pillar” podría ser adoptado además por todos los intendentes, desde el capitalino Gustavo Saadi al antofagasteño Mario Cusipuma, e incluso por el sector privado. Se trata de una verdadera revolución en materia de gerenciamiento por la que Gordillo estaría en condiciones de reclamar el Nobel de Economía, si no fuera por el temor a que se enoje Javier Milei y empiece a hostigarlo como otro econochanta.

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