domingo, 29 de junio de 2025 10:00
Flavia Palmiero atraviesa un presente pleno, consolidada como empresaria, actriz y conductora. Pero más allá de su carrera artística y del éxito de su marca de trajes de baño, hay un rol que la atraviesa por completo: el de madre. En una entrevista con Héctor Maugeri para +Caras (Caras TV), abrió su corazón y compartió detalles íntimos sobre Giuliana y Gianmarco, sus dos hijos, frutos de su relación con el empresario textil Marco Battellini.
Con 36 y 30 años respectivamente, Giuliana y Gianmarco son, según sus propias palabras, sus dos grandes amores. A pesar de que eligen llevar una vida lejos del foco mediático, Flavia habló con orgullo de sus caminos profesionales y del lazo profundo que mantienen. “Giuliana es la arquitecta de mi marca, de mi local nuevo. Es la primera vez que trabajamos fuertemente juntas. Ella me hizo el nuevo concept store. Es una crack total, nos entendemos muy bien. Ella vive en Argentina, él no”, contó.
En efecto, la hija mayor de Palmiero reside en Buenos Aires y, además de su trayectoria como arquitecta, es clave en el crecimiento del negocio familiar. La colaboración entre madre e hija se convirtió en una nueva forma de encuentro y complicidad entre ambas. “Es bárbaro que una madre se lleve bien con sus hijos, pero ellos ya tienen amigos”, reflexionó la conductora al recordar el momento en que su hija, aún de pequeña, le dijo una frase que conserva como un tesoro: “Me cuidan mucho, pero la mamá soy yo. Giuliana de chiquita me dijo: ‘yo tengo muchas amigas pero madre hay una sola’”.
Gianmarco, por su parte, vive actualmente en Madrid, luego de haber pasado un tiempo en Dinamarca. Su vocación lo llevó a combinar dos mundos que lo apasionan por igual: la gastronomía y el deporte. “Es chef pero también es coach de tenis. Acaba de cumplir 30 años Gianmarco”, compartió Flavia con emoción. Y si bien celebra su desarrollo profesional, también reconoció lo difícil que fue aceptar la distancia física con su hijo durante la pandemia. “Un dolor y una angustia. Mi marca me salvó de la tristeza de la pandemia y de la tristeza que se iba mi hijo”, reveló.
Flavia también recordó cómo fue criarlos mientras construía su carrera, sin asistencia externa y con una entrega total a la maternidad: “Fui mamá muy joven, a los 22 y a los 28, los crié en medio de mi locura. Ellos nunca tuvieron niñera. Siempre los cuidé yo. Era la familia que soñaba y yo sufría cuando tenía que ir a trabajar”.
Aunque ambos mantienen un perfil bajo y decidieron no exponerse en los medios, Flavia respeta y celebra esa elección: “Yo los respeté y amo que sean así”. Hoy, desde distintos puntos del mundo, los tres se acompañan con afecto, respeto y una admiración mutua que trasciende los kilómetros y el paso del tiempo.